La Voz de Galicia

Polémica en Bélgica por las alusiones políticas del discurso navideño del rey Alberto II

Internacional

EFE

Políticos y analistas consideran las palabras del monarca un ataque a los independentistas flamencos

26 Dec 2012. Actualizado a las 21:56 h.

Las advertencias contra el populismo de ciertos discursos políticos hechas por el rey de Bélgica, Alberto II, en su discurso de Navidad han desencadenado hoy críticas en el país, donde varios políticos, analistas y expertos ven en las palabras del monarca un ataque a los independentistas flamencos. El asunto ha sido destacado por numerosos medios de comunicación, especialmente en Flandes, donde se considera que las alusiones del rey apuntaban a la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), la formación más votada en la región.

En su discurso, Alberto II pidió mantenerse alerta ante los discursos populistas y llamó a los ciudadanos a no olvidar las consecuencias que ese tipo de mensajes tuvieron en la década de 1930. «El rey tiene derecho a alertar a la población si juzga que el populismo es una amenaza, pero la comparación con los años treinta va más allá. Si quería combatir los simplismos, eso no muestra un gran sentido del matiz», señala el politólogo Dave Sinardet en las páginas del diario Het Nieuwsblad.

Para el historiador Mark Van den Wyngaert, el monarca mismo se ha prestado al «populismo» con una forma «inédita de inmiscuirse en el debate político» criticando -aunque sin nombrar- a quienes en Flandes creen que la responsabilidad por la crisis es de los francófonos del sur del país. «Vincular ese populismo con los años treinta es ir demasiado lejos», indicó Van den Wyngaert al periódico De Morgen.

El profesor de la Universidad Nuestra Señora de la Paz de Namur, Hendrik Vuye, aseguró hoy a la agencia Belga que Alberto II incumplió con su discurso las leyes que señalan que debe ser neutral. «Una monarquía con un rey-político no puede seguir existiendo. El rey Alberto ha ido demasiado lejos con su discurso de Navidad», indicó.

Mientras, la N-VA ha asegurado que no se ve señalada en el discurso del rey, pero lo ha criticado abiertamente. «El discurso parecía una emisión concedida al PS (el Partido Socialista francófono del primer ministro, Elio Di Rupo)», dijo a Het Laatste Nieuws el vicepresidente de la formación, Ben Weyts. «El rey se ha salido de su papel. Ofende a una gran parte de los flamencos», señaló el senador de la N-VA Huub Broers.

Mientras, la oficina del primer ministro defendió hoy las palabras del monarca y recordó que no ha nombrado a ningún partido en su intervención. «El rey expresa un sentimiento de inquietud. (...) Que pida al ciudadano que esté alerta ante discursos populistas que buscan chivos expiatorios de la crisis es una verdad que no apunta a ningún partido», señaló. También apoyó hoy al rey el partido democristiano francófono (cdH), que por boca de su senador Francis Delpérée señaló a Belga que el discurso cabe «perfectamente» dentro de las prerrogativas del monarca. «Hay una función tradicional reconocida al rey, la de advertir por ejemplo contra los peligros del populismo y el separatismo», aseguró.


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