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Assange, el insurrecto

Internacional

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El activista australiano sigue evitando su extradición tres años después de su escándalo

19 Jun 2013. Actualizado a las 18:17 h.

El recluido y fundador de Wikileaks, Julian Assange, cumple hoy su primer año acogido en la embajada ecuatoriana de Londres. Desde allí, ha declarado que no abandonará su condición de protegido aunque Suecia retire la petición de su extradición.

En espera de la expedición de garantías por parte del gobierno británico que conformen el salvoconducto fuera de la frontera isleña, el ex-hacker deberá seguir acometiendo su trabajo como activista y director de Wikileaks de puertas adentro a la embajada.

Tras haberse dado a conocer hace ya casi 3 años (julio del 2010) con la filtración de más de 90.000 documentos militares sobre la guerra de Afganistán, la vida del ex-hacker no dejó de estar protagonizada por diferentes problemas con la ley y fuerzas gubernamentales.

Aunque sus principales resquemores siempre tuvieron identidad norteaméricana, también se ganó la enemistad de otros países.

En el 2007, Wikileaks ya publicaba datos acerca del saqueo económico que sufrió Kenia por parte del que fue su presidente, Daniel Arap Moi, al que acusaron de apropiación indebida de 1.500 millones de euros en los 24 años que estuvo en el poder.

En abril del 2010 cuestionó la versión del ejército americano sobre la muerte de 11 iraquíes. A través de un vídeo difundido a través de su página, se mostraba un ataque perpretado por helicópteros americanos y que causaron una docena de muertes en Bagdad, dos de ellos corresponsales de la agencia Reuters. El Gobierno americano se excusaría argumentando que el vídeo no fue incluido en el contexto acertado.

En agosto del mismo año, el activista sueco fue seguido muy de cerca por el Gobierno sueco por un presunto acoso sexual que nunca quedó clarificado. Un par de meses más tarde, Wikileaks volvería a la carga emitiendo 391.000 documentos sobre la pasividad del Pentágono ante los abusos y maltratos de reos en Irak.

Con esta publicación, Assange sería detenido por las Fuerzas británicas ante una orden europea expedida desde Suecia. Ese mismo día, Mastercard y Visa anularon cualquier tipo de transacción al grupo instigador. Sin embargo, Anonymous, conocido grupo activista en la red, saldría en protesta de tales acciones bloqueando la página de la Fiscalía sueca y la de Mastercard. Además, comenzarían las negociaciones del Gobierno australiano para dejar en libertad a su ciudadano.

El 16 de diciembre quedaría en libertad, pero el 7 de febrero comenzaría el proceso de extradicción del activista a Suecia. Mientras tanto, Wikileaks continuaba emitiendo documentos que ponían en tela de juicio las acciones de EEUU en la base de Guantánamo.

Todos estes motivos forzaron su aislamiento en los umbrales de la embajada ecuatoriana en Londres; y pocos son los indicios de que su condición vaya a cambiar en un futuro próximo.


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