España e Italia unen fuerzas en la UE ante la inmigración ilegal
Internacional
Los líderes del norte rechazan dar más fondos y recibir más refugiados
24 Oct 2013. Actualizado a las 09:29 h.
Las tragedias ocurridas en las costas de Lampedusa y Sicilia, donde al menos 400 personas perdieron la vida al hundirse sus barcazas, puso en entredicho en las últimas semanas la capacidad de reacción de la Unión Europea a la hora atajar el tráfico de personas en las fronteras mediterráneas. Fue también la oportunidad para que los socios del norte escuchasen las peticiones de auxilio del primer ministro italiano, Enrico Letta, que exigió más solidaridad y apoyo para evitar que sus aguas se convirtiesen en el cementerio de miles de inmigrantes.
Ante la insuficiente reacción de los ministros de Exteriores en el último Consejo de Luxemburgo, Letta acude hoy a la cumbre de jefes de Estado que se celebra en Bruselas con una amplia lista de peticiones y propuestas: «No aceptaremos un compromiso. No queremos que la tragedia de Lampedusa sea considerada un accidente ocasional que no se repetirá por la llegada del invierno», advirtió.
No estará solo. Mariano Rajoy respaldará a su colega italiano para poner en marcha «medidas concretas». El tema se abordará mañana y, pese a la gran expectación generada por ambos jefes de Gobierno, no parece que vaya a haber grandes medidas adicionales a la luz del último borrador de conclusiones.
Fuentes del Gobierno español en Bruselas aseguran que en lo que se refiere a los fondos, «el dinero ya está repartido, solo nos queda administrarlo mejor». Tampoco cunde el optimismo sobre la petición de «solidaridad compartida» que lanzan conjuntamente España, Italia, Grecia, Malta, Chipre, Croacia, Eslovenia y Bulgaria. Los socios del norte, como Alemania, se oponen a recibir más refugiados con el fin de aliviar la presión en los países del sur.
Lo único que se puede esperar de la cumbre europea en materia de inmigración es que se incorporen en las conclusiones propuestas ya vistas, como el fortalecimiento de Frontex y Eurosur para coordinar las labores de detección y rescate. España, además, aspira a que se destaquen y se acepten sus propuestas sobre la prevención en origen fomentando los acuerdos con terceros países.