La Voz de Galicia

La justicia chilena cierra la investigación sobre la muerte de Allende

Internacional

Efe

La Corte Suprema dictamina que el presidente se suicidó y descarta la participación de terceros

08 Jan 2014. Actualizado a las 00:10 h.

La Corte Suprema de Chile cerró hoy definitivamente la investigación sobre la muerte del presidente Salvador Allende al dictaminar que se suicidó el 11 de septiembre de 1973 durante el ataque al Palacio de la Moneda y no hubo participación de terceros.

Hoy, a diferencia de las reacciones que hubo en septiembre del 2012, cuando el juez especial Mario Carroza emitió el fallo de primera instancia, o cuando la Corte de Apelaciones de Santiago lo confirmó, en junio pasado, el silencio, o la indiferencia, rodearon el final de la causa. En el entorno familiar y político de Allende se indicó que la postura de la familia, que siempre avaló la tesis de que el presidente socialista (1970-1973) se había quitado la vida, se mantiene inalterada tras ser ratificada la sentencia.

En septiembre de 2012, cuando se conoció el fallo de primera instancia, la senadora Isabel Allende, hija del mandatario, declaró que la familia estaba contenta de que el Poder Judicial «reafirmara lo que de alguna manera se sabía, pero ahora científicamente». En la derecha, que respaldó la dictadura de Augusto Pinochet, el diputado Ignacio Urrutia calificó de «cobarde» al presidente fallecido. Pero hoy también hubo silencio en ese sector político.

El Partido Socialista, integrante de la Nueva Mayoría, el pacto de centroizquierda que ha llevado a Michelle Bachelet a ganar un nuevo mandato presidencial, está inmerso ahora en la negociación de acuerdos sobre el programa de la presidenta electa y la senadora Allende aspira a ser la próxima titular de esa cámara del Parlamento. Pero en buena parte, según dijo a Efe un dirigente socialista, el silencio responde sobre todo al hecho de que el fallo ratificó lo que ya se aceptaba desde que se conocieron los dictámenes de primera y segunda instancia.

Es que la misma investigación sobre las causas de la muerte de Allende, que incluyó la exhumación de su cuerpo y la realización de varios peritajes forenses, no surgió a petición de la familia ni del partido. En enero del 2011, la fiscal Beatriz Pedrals presentó una denuncia para investigar 726 casos de eventuales violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura de Augusto Pinochet que nunca hasta entonces habían sido investigadas por la Justicia. A cargo de las pesquisas quedó el juez Mario Carroza, quien llegó a la conclusión de la muerte por suicidio.El dictamen de la Corte Suprema corroboró que no hay antecedentes que permitieran determinar que existió intervención de terceros en la muerte de Salvador Allende.

Según el fallo, mientras La Moneda ardía tras ser bombardeada por la Fuerza Aérea el 11 de septiembre de 1973 durante el golpe de Estado de Pinochet, Allende se dirigió al Salón Independencia, situado en el segundo piso, «cerrando la puerta». «Una vez en su interior, se sienta en un sofá, coloca el fusil que portaba entre sus piernas y apoyándolo en su mentón, lo acciona, falleciendo en forma instantánea producto del disparo recibido», continúa.«A consecuencia de esta acción, su cuerpo quedó en una posición tal que su cabeza se cargó hacia la derecha e inclinó sobre el tórax. La bóveda craneana tuvo una pérdida importante de masa encefálica, que queda disgregada en el suelo y en el muro ubicado a sus espaldas», precisa.

Respecto de la eventual participación de militares en la muerte de Allende, como hasta hoy siguen insistiendo algunos partidarios, la resolución señala que las tropas que asaltaron La Moneda durante el golpe militar «llegaron al salón con posterioridad al instante en que el presidente Allende se quita la vida».

El fallo agrega que «no hay ningún testigo que pueda avalar la tesis del enfrentamiento». Concluye señalando que «los hechos que significaron la muerte del presidente Salvador Allende Gossens provienen de un acto deliberado en el que, voluntariamente, éste se quita la vida y no hay intervención de terceros, ya sea para su cometido como para su auxilio».

El juez Hugo Dolmestch, en solitario, se pronunció a favor del sobreseimiento temporal y no definitivo de la causa, sobre la base de algunas opiniones contrapuestas de los peritos, principalmente sobre un orificio de salida de una bala que no coincidía con la trayectoria del proyectil que causó la muerte de Allende.

Los restos de Allende fueron exhumados en mayo de 2011 y el equipo de peritos concluyó dos meses después que la causa de la muerte fue una «lesión perforante de la cabeza por proyectil de arma de fuego de alta velocidad a contacto», lo que en medicina legal puede ser atribuible al suicidio. El cuerpo de Allende recibió nuevamente sepultura en Cementerio General de Santiago el 9 de septiembre del 2011.


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