La Voz de Galicia

Ensayo de la táctica del fuera de juego

Internacional

Miguel-Anxo Murado Miguel-Anxo Murado

08 May 2014. Actualizado a las 07:00 h.

El cambio de posición de Rusia en el conflicto de Ucrania cogió ayer con el pie cambiado a muchos observadores que han venido haciendo una lectura simplista -y demasiado antirrusa- de la crisis. Como casi siempre, todo es más complejo.

El giro ruso es pragmático y demuestra que, a diferencia de lo que ocurría con Crimea, la invasión del este ucraniano no entra en los planes del Kremlin. Su verdadero objetivo es convertir a Ucrania en un Estado federal en el que la mitad rusófona pueda vetar un hipotético ingreso en la OTAN. Sin embargo, de proseguir la ofensiva de Kiev en el este del país, acabará ocurriendo otra masacre como la que ya han causado los militantes de extrema derecha en Odesa, donde el viernes quemaron vivos y remataron a golpes a docenas de izquierdistas locales. La repetición de episodios como estos enfrentaría a Putin con su peligrosa promesa de proteger a la población rusófona e invadir Ucrania, lo que sería un desastre.

En estas circunstancias, a Rusia le conviene desescalar el conflicto, y eso es lo que ha hecho Putin anunciando que retira sus tropas de la frontera. Dando además su apoyo a las elecciones presidenciales y pidiendo a los federalistas que aplacen su referendo de autodeterminación, el Kremlin tiene poco que perder. Es más que probable que las presidenciales evidencien la división irreconciliable de Ucrania, ya sea mediante una abstención masiva en el este o votando a algún candidato propio, lo que equivaldría a un referendo federalista informal. Si Kiev frena su ofensiva, Putin puede presentarlo en todo caso como el cumplimiento de su promesa de proteger a los rusófonos.

Pero es a Kiev a quien no le conviene la calma ahora, porque dejaría el este en manos de los federalistas al menos durante varias semanas más. Así que cabe esperar que sus aliados en la comunidad internacional torpedeen esta llamada rusa a la negociación y den tiempo así a las autoridades interinas a continuar la guerra. Para unos la paz es una táctica, para los otros un estorbo.


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