Golpe a Obama en versión gallega

Esperaban marea roja republicana. Pero no que llegara a tantos estados. La magnitud del triunfo republicano en las elecciones legislativas ha sorprendido a los gallegos residentes en Estados Unidos consultados por La Voz. «Non agardaba unha vitoria tan esaxerada. Creo que o próximo presidente será republicano. Lamentablemente, porque eu son demócrata. Os republicanos uníronse para votar, están fortes», explica Michelle Rama. Trabaja en el sector inmobiliario en Nueva Jersey, tiene 41 años y nació en EE.UU. Sus padres son de Muros. Y han regresado. «Eu igual marcho a Canadá», dice entre risas. Espera que con estos resultados los vencedores cumplan su promesa de acabar con el filibusterismo, la práctica de realizar intervenciones interminables con tal de obstruir la aprobación de una ley. Quiere que no se prolongue la parálisis legislativa.

«Yo no soy ni republicano ni demócrata», asegura Roberto Blanco, promotor originario de Ribeira que vive en Nueva Jersey y hace ya 31 años que vive en Estados Unidos. Le cuesta digerir los resultados. Cree que en esta votación el electorado ha castigado a Obama y que los simpatizantes de los demócratas y de los independientes no han acudido a las urnas: «Eso es un paso atrás». Lo sucedido le parece injusto. «No soy obamista, pero nos ha sacado de dos guerras, ha bajado el paro, ha propiciado un descenso del déficit, ha reducido el nivel de emisiones contaminantes... ¿Qué quiere la gente?», se pregunta. «Sinceramente, creo que se ha votado por cuestiones raciales. Y ya sé que también se puede decir lo mismo de la victoria de Obama», señala.

Sito Seoane, de 25 años, está en Estados Unidos desde hace dos. Su familia es de Carral. Vive en Manchester, Nueva Hampshire, estado donde los demócratas lograron mantener su escaño en el Senado. Estudia Comunicación Empresarial. Juega como delantero en el equipo de fútbol de la universidad y así se paga la carrera. Piensa que Obama ha decepcionado a muchos en el Norte del país porque se quedó corto con la Obamacare, el programa del seguro sanitario público. «Aquí hai traballadores que pagan un seguro médico privado peor porque optan por comprar un coche ou pagar a hipoteca», cuenta. Pero ha vivido en Tejas y sabe que allí no piensan igual: «Moitos coches levan pegatinas contra Obama». Cree, sin embargo, que seguirán votando a los demócratas en unas presidenciales «cidadáns de países centroamericanos que conseguiron a nacionalidade, americanos de cor e persoas sen recursos que lograron prestacións sanitarias».

Óscar Pereiro, de 22 años, lleva cinco en Estados Unidos, es de Arzúa y estudia Matemáticas e Ingeniería Informática en la Universidad de Bridgeport, en Connecticut. Ha sido un habitual en los podios de la natación universitaria. En su estado fue reelegido «Dan Malloy, o gobernador demócrata, o favorito, moi amigo de Obama». Cree que los resultados del conjunto del país sí pueden extrapolarse en cierta forma a unas presidenciales, aunque añade que «todo pode cambiar en cuestión de pouco tempo».

Los futuros candidatos

Seoane asistió recientemente a un acto político en el que intervino Hillary Clinton. «Pode ser unha candidata demócrata con opcións á Presidencia. Terá o voto feminino e iso é importante», apunta. Michelle Rama explica que Hillary Clinton tiene a su favor su experiencia política y el carisma de su marido, Bill Clinton. Destaca a Elizabeth Warren, senadora de Massachusetts, del ala izquierda del partido y muy crítica con la banca, pero le da menos posibilidades. «Hillary es la casta. Prefiero a Warren», coincide Blanco, que espera que «los republicanos presenten «a cualquiera que no sea del Tea Party o radical. Me gustaría un independiente como presidente, pero no lo veré». Michelle Rama confía en que el elegido por los conservadores no sea Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey. «Sería desastroso para o escenario mundial. Non ten diplomacia. Cando as vítimas do furacán Sandy lle recordan nalgún acto que non lle pagaron os cartos prometidos do fondo de emerxencia el grítalles que non teñen dereito a falar. Se te dedicas á política non podes mandarlle calar á xente».