Italia se prepara para reemplazar a Napolitano al frente de la República
Internacional
El veterano presidente se despide de los italianos, desilusionado con Renzi
02 Jan 2015. Actualizado a las 05:00 h.
El «rey» Giorgio se marcha y coloca a Italia ante la dura tarea de encontrarle sucesor. Giorgio Napolitano, que en abril cumplirá 90 años, explicó en su discurso de fin de año que las «crecientes limitaciones y dificultades» de su edad lo obligan a dejar la presidencia de la República antes de tiempo. No se sabe aún la fecha de su retirada, pero todo apunta a que será inmediatamente después del 13 de enero, cuando finaliza la presidencia italiana de la Unión Europea. Encontrarle un sustituto abre un período complicado del que el propio Napolitano es consciente, motivo por el que hizo un llamamiento a las fuerzas políticas para que mantengan la serenidad durante la elección de su relevo y devuelvan el país a la «normalidad constitucional».
Cuando fue reelegido en 2013, Napolitano ya advirtió que no tenía intención de terminar su mandato de siete años y que sería jefe del Estado solo hasta que se realizase la reforma de la ley electoral y la del Parlamento. Pasados veinte meses de entonces, Napolitano se encuentra cansado y está desilusionado porque aún queda mucho camino para llevar a buen puerto las reformas que exige el país.
Lo subrayó él mismo en su discurso, cuando recordó al jefe del Gobierno, Matteo Renzi, que «el proceso de reformas tiene que ser llevado a su plena conclusión sin demora».
La elección de un nuevo jefe del Estado creará tensiones en la política italiana, pero no llevará a una crisis como la de Grecia. En Italia es el presidente quien convoca elecciones anticipadas cuando el Gobierno pierde la confianza del Parlamento, como ocurrió en diciembre de 2012 con Mario Monti. En este momento Matteo Renzi cuenta con la mayoría parlamentaria de su partido y de sus aliados en el Ejecutivo aunque tendrá que buscar apoyos adicionales porque en la elección de presidente se necesitan dos tercios de los votos del Parlamento y de los representantes regionales en las tres primeras votaciones. A partir de la cuarta ya es suficiente con la mayoría absoluta.
Un candidato de consenso con Silvio Berlusconi facilitaría mucho las cosas y pondría contra la pared a la oposición del Movimiento 5 Estrellas. Pero Renzi teme el voto secreto de los francotiradores de su partido y no quiere sorpresas. De los posibles candidatos se habla desde hace semanas y vuelve a aparecer el nombre de Romano Prodi, que hace pocos días se reunió con Renzi y al que Berlusconi podría dar su apoyo a cambio de un «reconocimiento político» que lo rehabilite como líder tras la condena que lo apartó de la vida parlamentaria.
Otros nombres que suenan son el Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, el del ministro de Economía Carlo Padoan, y el de la ministra de Defensa Roberta Pinotti.