De entusiasta del rap a yihadista, así era uno de los sospechosos del ataque a «Charlie Hebdo»

El francés Cherif Kouachi, de 32 años, buscado con su hermano Said, de 34 años, en el marco de la investigación del ataque cometido contra el semanario Charlie Hebdo, es un yihadista muy conocido por los servicios antiterroristas galos y por la televisión francesa. Aunque su nombre haya saltado ahora a todo el mundo, el supuesto autor de la masacre el miércoles en París hizo su primera aparición bajo los focos en un reportaje sobre yihadistas liberados de France 3 en el 2005. Y es que enero de ese año, había sido detenido, junto a su hermano, por la Dirección de Vigilancia Territorial como parte de la operación que desmanteló la célula Buttes-Chaumont.

Para este documento, la cadena tiró de archivo y usó unas imagenes de una película colaborativa del 2004 en la que se ve la cara más desenfadada de Cherif Kouachi. El joven, que vivía en el distrito XIX de París, era un adolescente entusiasta del rap. «Su sueño, como el de otros muchos jovenes de barrio era ser una estrella del rap», aseguran en el reportaje de France 3. Según explica la cadena, su trayectoria dio un giro radical tras conocer a Farid Benyettou, un autoproclamado imán del extremismo y predicador conocido por los servicios antiterroristas. Según explica Le Figaro, era un verdadero gurú que usaba como instrumentos a jóvenes musulmanes franceses convenciéndoles para que fueran a combatir a Irak. «Yo no era el que buscaba a los voluntarios para salir a combatir, eran los jovenes los que acudían a mi para que yo les diera mi opinión», aseguraba Benyettou.

Fue bajo la influencia de este predicador cuando Cherif Kouachi tomó la decisión de prepararse para combatir en Irak y entrar en la célula yihadista Buttes-Chaumont. «Farid me fijo que los textos dan las pruebas de los beneficios de los atentados suicidas, está escrito en los textos que está bien morir como un mártir. (…) Él me ha dado una justificación para mi cercana muerte», aseguraba por aquel entonces el sospechoso del ataque contra Charlie Hebdo.

Durante su periodo de entrenamiento, aprendió, a manejar un rifle de asalto. Sin embargo, cuando ya estaba listo para partir rumbo a Siria fue detenido junto a Farid Benyettou y encarcelado durante tres años. El que fuera el abogado de Chérif Kouachi en el momento de su detención, Vicent Ollivier, lo ha definido como «un aprendiz, un chico de los recados que fumaba hachís y entregaba pizzas para comprar sus drogas. Un niño despistado que no sabía qué hacer con su vida y, durante la noche, se encontró con personas que le dieron la impresión de que eran importantes».