El hijo de la presidenta argentina, Cristina Fernández, fracasa en su primera incursión política

Más oscuros que claros para Máximo Kirchner, hijo de la presidenta argentina, Cristina Fernández, en las elecciones primarias en la provincia argentina de Santa Cruz. El político de 38 años tenía como objetivo ganar las elecciones con mayoría absoluta, pero la suma de los votos de sus dos principales rivales le superan. 

«Cuando el pueblo habla hay que respetarlo», ha dicho Kirchner, tras saberse vencedor de una votación que le sitúa en cabeza -aunque con matices- para ser diputado nacional. Kirchner ha celebrado que el pueblo no se ha dejado «engañar» a pesar de los «agravios» y «agresiones» contra su candidatura, según la agencia oficial Télam.

El hijo de la mandataria ha obtenido más del 44 % de los votos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), por encima del aspirante socialdemócrata Héctor «Pirincho» Roquel, con un 29 %, y del 'massista' José Blassiotto, que logró el 18 % de los votos. Sin embargo, si estos dos candidatos sumasen sus apoyos acumularían casi el 48 %, superando así a Máximo Kirchner.

La presidenta también acudió el domingo a depositar su voto, momento que aprovechó para desmarcarse de cualquier trato de favor hacia su hijo: «No vine a votar parientes, sino militantes y dirigentes». Sin embargo, también ha querido destacar la labor de Máximo al frente de La Cámpora, una organización de la que su difunto marido se sentía «muy orgulloso» y que no pudo ver «en todo su esplendor».