La derecha despega en los sondeos y amenaza la victoria de Tsipras
Internacional
El nuevo líder, Meimarakis, devuelve la ilusión a Nueva Democracia
18 Sep 2015. Actualizado a las 05:00 h.
Escogió la misma plaza en la que su contrincante Alexis Tsipras dio su discurso triunfal en enero. Vangelis Meimarakis, el nuevo líder de Nueva Democracia, salió al escenario arropado por los suyos al grito de «Aquí está el primer ministro». Omonia abarrotada pero con truco, el escenario estaba encajonado en la parte derecha. Las encuestas dan a Nueva Democracia la oportunidad de volver a tener una posición relevante en la política griega. El cambio de Samarás por Meimarakis ha surtido efecto.
«No creo que Nueva Democracia logre ganar a Tsipras pero podremos hacer coalición y arrebatarle el Gobierno. Después del control de capitales, es lo mínimo que tiene que pasar», explica Kostas, un joven estudiante de ingeniería. Siempre ha votado a los conservadores, es una «tradición familiar», confiesa. El perfil de los asistentes al mitin de cierre de campaña de Nueva Democracia es de clase media-alta de entre 40-70 años. Aún así, el partido se esfuerza en atraer al voto más joven, el más indeciso según los analistas.
«Vengo a hacer una política para Europa», exclama Meimarakis en el estrado. Dimitris, dentista de 55 años, asiente con la cabeza. Apoya a Nueva Democracia pero no está de acuerdo con el tercer rescate. Los conservadores creen en la implementación del memorando, pero Dimitris tiene la esperanza de que Europa recapacite y que sea más «benevolente» con una formación de derechas. «Soy liberal, este es mi partido», deja claro.
Meimarakis se dirigió a los jóvenes, desempleados, profesiones liberales y funcionarios. «Como jubilada quiero que ganen los conservadores, quiero sacar mi dinero, Tsipras ha provocado un corralito», cuenta Elini, una de sus seguidoras. A sus 78 años ha visto pasar tres gobiernos de Nueva Democracia, otros tantos del Pasok y tan solo uno de Syriza. «Solo la izquierda radical me ha dejado sin poder sacar mi pensión», se queja. «Si sus ministros se fueron es por algo», afirma en referencia a Varufakis y Lafazanis, este último destituido por Tsipras.
«Creo que los ciudadanos no quieren más experimentos de Syriza, no quieren más mentiras. Hay que acabar con los ineptos, con la mentira... El experimento de Syriza termina el domingo», clamó Meimarakis arropado por la multitud. Empezó entonces a repasar cada una de las promesas incumplidas del anterior Gobierno en sus siete meses de gestión. Entre los asistentes también hay desencantados con Syriza como Marita. Está indecisa y en las anteriores elecciones votó a la Coalición de Izquierda Radical. «Ahora mismo los dos partidos me ofrecen lo mismo. Tsipras me ha mentido, Meimarakis no, así que creo que le daré una oportunidad», asiente.