Atentados en Bruselas: Una posible represalia tras la detención de Salah Abdeslam

La policía belga detuvo el pasado viernes 18 a Salah Abdeslam, el terrorista más buscado tras los atentados que sacudieron París el 13 de noviembre en los que perdieron la vida 130 personas, gran parte de ellas en la sala de conciertos de la capital francesa Bataclán.

Abdeslam cayó a las 16.40 horas en el número 7 de la calle Quatre Vents, en el barrio de Molenbeek, al norte de la capital, tras interceptar las fuerzas de seguridad de la llamada del grupo a un individuo vigilado desde hacía meses que los había citado en ese edificio.

Todo parece indicar que la cadena de atentados registrada este martes en Bruselas, con dos explosiones en el aeropuerto y otra en una estación de metro, que se ha saldado con un número de muertos todavía por confirmar, es una respuesta a la detención de Salah Abdeslam, el presunto cerebro logístico de los ataques de París. 

Abdeslam se había convertido en un gran símbolo de la masacre parisina. Además de su presunta autoría intelectual, también por haber logrado escurrirse de las fuerzas de seguridad en varias ocasiones. Durante cuatro meses el hombre más buscado se escondió en Bruselas, donde se movió entre varios distritos, de guarida en guarida, hasta que regresó al punto de partida, Molenbeek, el lugar donde creció y fue detenido. El Gobierno belga ha elevado al máximo el nivel de alerta en todo el país. 

Margallo responsabiliza al Estado Islámico

El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ha responsabilizado al grupo yihadista Daesh (Estado Islámico) de las explosiones registradas este martes en Bruselas en las que han muerto decenas de personas y ha dicho que se trata de «una especie de cáncer terrorista que se extiende por todo el mundo».

En una entrevista en la Cadena Cope, García-Margallo ha dicho sentirse «conmocionado» tras conocerse las explosiones de la capital belga, al menos dos en el aeropuerto de la ciudad y poco después otra en el barrio bruselense de las instituciones europeas.

«Se trata de una acción coordinada en distintos sitios de Bruselas», ha asegurado el jefe de la diplomacia española, que ha destacado «la sofisticación y el grado de coordinación del movimiento terrorista» al que se enfrenta el mundo.

Es, ha dicho el ministro, «una especie de cáncer terrorista que se extiende por todo el mundo». «Tiene células durmientes que pueden activar en cuestión de segundos. No necesitan una gran preparación, basta que se dé una orden para que actúen», ha añadido.

Tras recordar la forma de actuar en los últimos atentados de París mediante «comandos muy organizados» y no de «lobos solitarios», ha explicado que se trata de «una nueva forma de actuar» en la que además los países occidentales que antes no eran el objetivo fundamental, «ahora sí lo son».

«Estamos ante un fenómeno de extraordinaria gravedad, extraordinariamente serio. Cualquier esfuerzo es poco», ha asegurado García-Margallo.