Cristina Fernández se ve atrapada en una catarata de causas judiciales

Como si una compuerta se hubiese abierto con su salida de la presidencia el 9 de diciembre, Cristina Fernández parece desde entonces atrapada bajo una catarata de causas judiciales en su contra. El juez federal Claudio Bonadío decidió procesarla por actuación «infiel en perjuicio de la administración pública», en el caso de la venta de dólares a futuro en los últimos días de su Gobierno que causó pérdidas de 3.630 millones de euros a las arcas argentinas.

El primer procesamiento contra ella no está exento de polémica. Según el juez, «es impensable que una operación financiera de esta magnitud», en la que se «abrieron posiciones del Banco Central de 5.000 millones a 17.000 millones de dólares», se hiciese «sin la aprobación expresa del más alto nivel de decisión económico y político. Con este argumento, decidió procesar al exministro de Economía Áxel Kicillof, al expresidente del Banco Central Alejandro Vanoli y a otras 12 personas, además de la expresidenta, y embargó sus bienes por un millón de euros.

Enfrente, la tesis de la defensa sostiene que son decisiones de un Gobierno que tenía en marcha una política de control de cambios que hacía previsible que el valor del dólar se mantuviese a 10 pesos y señalan como responsable de la pérdida al Ejecutivo de Mauricio Macri, que cambió bruscamente esa política y provocó la subida del dólar a 15 pesos. «La infidelidad administrativa no la causó Cristina, sino Macri», declaró el exmagistrado del Tribunal Supremo Eugenio Zafaroni.

Federico Pinedo, presidente provisional del Senado y uno de los denunciantes de esta causa ante los tribunales, considera que «todo el mundo tiene que someterse a la Justicia». «El procesamiento es un disparate», declaró Kicillof, para quien el fallo de Bonadío es «una novela de fantasía», una «persecución política», parte de una «estrategia para proscribir a Cristina».

El mismo juez Bonadío imputó esta semana a Cristina Fernández por el delito de cohecho, acusada de cobrar sobornos a través de alquileres ficticios en propiedades de su empresa Los Sauces. También está siendo investigada por maniobras fraudulentas en la empresa Hotesur y por su papel en la causa denominada ruta del dinero K, la trama de lavado de dinero por la que está detenido el amigo de Néstor Kirchner Lázaro Báez.

La exmujer de Menem pide que la expresidenta declare por la muerte de su hijo

Cristina Fernández también podría ser citada a declarar en la causa que investiga la muerte, en 1995, de Carlos Menem júnior, hijo del exmandatario argentino. Según Zulema Yoma, exesposa del expresidente, la expresidenta le habría asegurado que la muerte del joven no habría sido producto del choque accidental del helicóptero que pilotaba contra unos cables de alta tensión, sino un atentado, por lo que pidió formalmente que se la cite a declarar como testigo.

Yoma hizo estas declaraciones a la salida de la vista preliminar a Menem su despacho del Senado. Yoma lleva 20 años luchando para que se aclaren las circunstancias de la muerte de su hijo. En el 2010, la Corte Suprema reabrió la causa, archivada como accidente. Ayer señaló al «narcoterrorismo». El abogado de Yoma, Juan Labake, dijo que Menem declaró que el excanciller Guido Di Tella había situado a Hezbolá detrás del hecho, pero que se negó a seguir respondiendo.