«Suerte o ayuda del universo, nos fuimos de la zona 15 minutos antes»

Una plácida noche de verano acabó en tragedia en Niza, y por quince minutos no alcanzó al viveirense José Luis Otero Rubal, y a su compañera, Nathalie Dovale. La pareja, como miles de franceses, también aprovechó la jornada festiva del 14 de julio para ir a ver los tradicionales fuegos artificiales en el paseo marítimo de la localidad. José Luis dejó constancia en su perfil de la red social Facebook del colorido de los fuegos y del ambiente festivo de la noche. Y ejercía además de viveirense, con la sudadera en cuya espalda se podía leer CFS Cidade de Viveiro.

Es Nathalie quien explica que no presenciaron el horror por los pelos: «Nos fuimos unos quince minutos antes de la zona porque empezó a levantarse viento, pensamos que iba a llover; entonces nos fuimos a casa, que si no teníamos planeado dar un paseo, menos mal que cambió el tiempo».

Es la llamada de la familia de José Luis quien los alertó de lo que estaba pasando a escasos minutos de su casa. «Llamaron varias veces, pero dormidos no nos dimos cuenta. Hasta que a la una o dos de la mañana cogió el teléfono Jose. Entonces alucinamos. No lo creíamos. Vaya salvajada». ¿Y qué pasa por la cabeza? «Llámalo como quieras. Suerte, destino, fatalidad o ayuda del universo. En comparación con los otros tuvimos mucha suerte. Estamos vivos».

José Luis, uno de los voluntarios de Protección Civil de Viveiro, lleva allí tres meses; Nathalie nació en Niza, aunque su origen familiar está en Ourol. Ayer, tras salir del trabajo ella fueron a la zona del atentado. «Está todo cerrado con vallas y policías. Las mentes de las gentes por la mañana estaban cerradas, como un malestar. Yo todavía no me lo puedo creer». Nathalie añade que «nadie se esperaba una cosas así; también como el conductor parece ser de origen extranjero a la gente se le nota un pensar racista». E insiste señalando que «nunca nada de eso pasó por aquí, y en menos de un minuto se llevaron vidas de niños, de padres y madres, de abuelos. Mucha gente lleva flores».

Nathalie reconoce que están preocupados tras lo ocurrido la noche del jueves. Es verano en la Costa Azul, «en julio y agosto hay muchos conciertos, creo que no iremos; si vuelve a pasar... Hay mucha inseguridad, y para mí no hay bastante policía o militares».