La cumbre de la ONU aprueba una descafeinada declaración sobre refugiados
Internacional
Ban Ki-moon calificó como un «avance decisivo en los esfuerzos conjuntos para afrontar los desafíos de la movilidad humana» mientras que las organizaciones no gubernamentales tachan el documento como falto de ambición y de acciones concretas
20 Sep 2016. Actualizado a las 07:31 h.
La primera cumbre de la ONU sobre refugiados y migración aprobó ayer la Declaración de Nueva York, un documento que el secretario general Ban Ki-moon calificó como un «avance decisivo en los esfuerzos conjuntos para afrontar los desafíos de la movilidad humana». No opina lo mismo las organizaciones no gubernamentales, que lo consideran falto de ambición y de acciones concretas.
La declaración reitera muchos de los compromisos ya existentes, promete apoyo a los países más afectados por la crisis migratoria y sienta algunas de las bases de un pacto mundial a adoptar en el 2018. Para reclamar más medidas, oenegés desplegaron ayer un «cementerio de chalecos salvavidas» ante el Parlamento británico para simbolizar la travesía de los refugiados.
Informe de la OCDE
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, defendió en la cumbre que el objetivo de la UE es reforzar sus fronteras externas para evitar que se repetirá otro año 2015 en cuanto a la masiva llegada de migrantes. «La Unión Europea tiene un objetivo claro: restaurar el orden en sus fronteras exteriores», dijo.
Austria comenzó ayer la construcción de una valla en Nickelsdorf, el paso fronterizo con Hungría, por el que el pasado año cruzaron decenas de miles de refugiados. «No hay barreras que detengan la inmigración», defendió ayer ante la ONU el presidente Peña Nieto en una clara alusión al muro que Donald Trump quiere levantar en la frontera de México.
Un total de 4,8 millones de personas emigraron a los 34 países de la OCDE el pasado año, lo que supone un 10 % más que en el 2014, y que tiene que ver con el flujo de refugiados que se duplicó en un año para llegar a la cifra récord de 1,65 millones, según el informó de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Su secretario general, Ángel Gurría, quiso señalar que «las migraciones no son una amenaza, son una esperanza de una vida mejor para los inmigrantes», pero también para los países de la OCDE que los reciben, que «tienen una necesidad fundamental» para hacer frente a problemas como el envejecimiento.