La Voz de Galicia

Trump, a la caza de quienes filtran información confidencial a la prensa

Internacional

Sessions anuncia que se han triplicado las investigaciones y hay cuatro acusados

05 Aug 2017. Actualizado a las 05:00 h.

Donald Trump está decidido a atajar las imparables filtraciones de información sensible que debilitan a su Gobierno, un día después desde que llegará a la prensa desde la mismísima Casa Blanca la transcripción de la primera conversación del presidente con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, sobre el delicado asunto del muro. La ofensiva para endurecer la política contra las fugas de información fue anunciada ayer por el fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, diez días después de que el presidente le tachase de «muy débil» por no atajarlas.

En este sentido, y en contra de lo manifestado por el propio Trump tanto en público como en privado, Sessions defendió que el Departamento de Justicia está comprometido con combatir la «cultura de la filtración», como lo demuestra el hecho de que el número de investigaciones activas se ha triplicado durante el actual Gobierno y que ya se han presentado cargos contra cuatro personas por revelar sin autorización información clasificada.

Sessions exhortó a los agentes de inteligencia a confesar detalles sobre un potencial mal uso de información y envió un duro mensaje a los posibles filtradores: «No lo hagan». Su compañero de comparecencia ante la prensa, el director nacional de Inteligencia, Dan Coats, envió otra amenaza: «Si divulgas información clasificada, te encontraremos, te investigaremos y te procesaremos con todo el peso de la ley».

Sessions no se olvidó de lanzar una advertencia a los periodistas, a los que Donald Trump no ha dejado de acusar de deshonestos desde que pisó el despacho oval. Así señaló que su departamento está revisando su política sobre citaciones judiciales a la prensa a fin de buscar información sobre las fuentes que filtran material clasificado. «Valoramos el importante papel que juega la prensa y lo respetamos, pero no es ilimitado. No pueden poner vidas en riesgo con impunidad», apuntó el fiscal general.

Tanto Sessions como Coats condenaron las filtraciones porque dañan la seguridad nacional y ponen en riesgo a estadounidenses. «Toda revelación fuera de los canales autorizados es una ofensa criminal», aseveró Coats, quien prometió que se identificará a los informadores, se pedirá al FBI que los investigue y se presentarán cargos penales contra ellos. 

Detector de mentiras

Por si no fuera suficiente, la Casa Blanca se plantea el uso de polígrafos para averiguar quiénes son los responsables de las continuas filtraciones. La idea partió de Kellyanne Conway, la asesora presidencial que patentó la etiqueta de «hechos alternativos» como eufemismo de las mentiras de Trump.

«Es más fácil descubrir quién está filtrando de lo que los propios responsables se creen», dijo en el programa Fox & Friends. En este sentido, Conway señaló que «podemos o no usar» polígrafos, conocidos popularmente como detectores de mentiras», para frenar prácticas como revelar llamadas telefónicas de nuestro presidente, que es «más que una desgracia nacional». 

La convocatoria de un gran jurado, un paso hacia cargos penales por el Rusiagate

Donald Trump cargó con ira contra la investigación sobre el Rusiagate, después de que varios medios anunciaran que el fiscal especial a cargo del caso, Robert Müller, ya tiene en funcionamiento un gran jurado. Un paso hacia posibles acusaciones penales. «La historia rusa es todo un invento», dijo el presidente la noche del jueves local (madrugada en España) en un mitin en Huntington (Virginia Occidental). «No hubo rusos en nuestro equipo de campaña. Nunca hubo. No ganamos gracias a Rusia, ganamos gracias a ustedes», arengó a la multitud de seguidores, antes de acusar a los demócratas de hablar de este tema porque «no tienen mensaje, ni agenda ni visión».

El gran jurado está compuesto por ciudadanos que deliberarán en secreto si las evidencias que desvele la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones del 2016 pueden dar lugar a una acusación en un juicio. Esto permitirá al fiscal emitir citaciones, tomar testimonios bajo juramento y eventualmente presentar cargos. De hecho, la agencia Reuters afirma que el jurado ya emitió citaciones para obtener información de una reunión en junio del 2016 entre Donald Trump Jr. y una abogada rusa.

«Es una escalada importante del proceso» judicial en el caso ruso», dijo a la AFP Bradley Moss, un abogado estadounidense especializado en seguridad nacional. «No se constituye un gran jurado al menos que la investigación haya puesto en evidencia suficientes elementos que se piense reflejan una violación de al menos una, sino más, disposiciones penales», apuntó.

El abogado de Trump, Ty Cobb, declaró no tener conocimiento de la constitución del jurado popular, afirmando que la «Casa Blanca está a favor de cualquier cosa que acelere la conclusión» de este asunto y que el Ejecutivo está «comprometido a cooperar completamente» con Mueller. 

Objetivo: proteger a Mueller

Ante la preocupación por la posibilidad de que Trump intente interferir con la investigación de Mueller e incluso que busque apartarlo del cargo, dos senadores presentaron el jueves un proyecto bipartidista destinado a protegerle. El texto, elaborado por el demócrata Chris Coons y el republicano Tillis, apunta a salvaguardar al fiscal especial de posibles presiones de la Casa Blanca e incluso que pueda impugnar su eventual destitución sin causa fundada.


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