El grueso de la oposición boicotea hoy las municipales de Venezuela
Internacional
Maduro aplica las técnicas ideadas por Ortega en Nicaragua
10 Dec 2017. Actualizado a las 05:00 h.
Casi 19 millones de venezolanos están convocados hoy a las urnas para elegir a los 335 alcaldes del país y para reelegir al gobernador del occidental estado de Zulia, unos comicios que los observadores independientes han calificado como los menos equitativos de la historia reciente y que cuentan con el boicot de cuatro partidos de la oposición que, sin embargo, han permitido a sus miembros postularse en municipios claves.
Según Luis Vicente León, director de una de las principales encuestadoras venezolanas, es muy difícil que, como sucedió en octubre en Nicaragua en unas elecciones similares, el chavismo no acapare al menos el 95 % de las alcaldías. «El resultado esperado con barrida chavista no significa que el chavismo sea mayoría en Venezuela. Solo muestra lo difícil que ha resultado para la oposición mantenerse unida frente a un adversario organizado y abusador del poder», afirmó.
Dos oenegés locales de observación del voto, la Red de Observadores Electorales y la Asociación Civil Súmate, esta última identificada con la oposición, han señalado desde octubre que el Gobierno ha repetido las estratagemas del Gobierno de Daniel Ortega, emparentado ideológicamente con el chavismo, para desmotivar el voto opositor y para lograr una mayoría electoral que no refleja la realidad política.
El Gobierno de Maduro, a través del Consejo Nacional Electoral, que controla, no permite observación internacional o local, salvo la del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica, (Ceela), creado y financiado en 2004 por el antecesor de Maduro, Hugo Chávez, y cuyo presidente es Nicanor Moscoso, concejal de un municipio a las afueras de Guayaquil, Ecuador. Moscoso y el Ceela han dado la bendición a todos los procesos electorales venezolanos desde ese año.
Fraude sistémico
Con todo, las técnicas ideadas en Nicaragua, como las reubicaciones de centros electorales, las dilaciones, y finalmente la ausencia de testigos opositores por intimidación o desinformación, no son una novedad. Ya jugaron un papel clave en las elecciones regionales realizadas en Venezuela en octubre, cuando todas las encuestas apuntaban a un triunfo arrollador de la oposición, que terminó controlando solo cinco gobernaciones de las 24 del país.
La diferencia entre los sondeos y la realidad se debe, según la interpretación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a un «fraude sistémico», del cual, por lo menos en tres estados, parece haber abundantes evidencias; y es lo que provoca el boicot a las elecciones de hoy.
Los comicios para la gobernación del Zulia se repetirán, adicionalmente, porque el gobernador ganador, el opositor Juan Pablo Guanipa, rechazó juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente, que ni la oposición ni la comunidad internacional reconocen. El candidato opositor es Manuel Rosales, de quien, se sospecha, pretende encarnar un intento de oposición «leal» al chavismo.
El chavismo sopesa adelantar las presidenciales al próximo marzo
La oposición, fracturada, se encuentra sin capacidad de cuidar el voto de hoy, aunque figuras como Jesús Torrealba, exsecretario de la Mesa de la Unidad Democrática, han pedido a los partidos que se presenten en las mesas electorales para ser testigos. La MUD parece cifrar sus esperanzas en la posibilidad de que las negociaciones con el Gobierno, que se llevan a cabo en República Dominicana con mediación de varios países del continente, permitan restaurar aunque sea parcialmente el equilibrio electoral. Ese objetivo pasa por retirar la inhabilitación sobre Leopoldo López y Henrique Capriles, los dos candidatos capaces de competir con Maduro. Según un sondeo, con una oposición dividida y los eventuales competidores internos purgados o detenidos, el actual presidente ganaría unas eventuales elecciones, que el chavismo sopesa adelantar para marzo del próximo año y para las cuales el presidente ya está lanzado.