Grecia probará barreras flotantes en el Egeo para frenar la inmigración
Internacional
Se instalará unos 2.700 metros de vallas de 1,1 metros de altitud cerca del norte de Lesbos, una de las islas más castigadas por la presión migratoria.
31 Jan 2020. Actualizado a las 08:58 h.
El Gobierno de Grecia instalará barreras flotantes en las costas de las islas del Egeo para frenar la llegada migrantes y refugiados desde Turquía, en respuesta al creciente aumento de las embarcadiones en esta zona. «Queremos ver si se puede aplicar y si funciona», dijo el ministro de Defensa griego, Nikos Panagiotopoulos, al anunciar el proyecto a la cadena Skai.
El proyecto piloto, explicó el portavoz del Gobierno, Stelios Petsas, a la televisión privada ANT1, será la instalación de unos 2.700 metros de vallas de 1,1 metros de altitud cerca del norte de Lesbos, una de las islas más castigadas por la presión migratoria. Las vallas flotantes estarán iluminadas y serán visibles de noche a una distancia de 10 kilómetros. Solo el programa piloto tendrá un coste de medio millón de euros.
«Lo probaremos para ver si tiene el resultado deseado», afirmó Petsas, y añadió que la valla flotante estará complementada por las 10 embarcaciones que prometió ofrecer a la Guardia Costera la Asociación de Armadores Griegos.
El ministro Panayotópulos aseguró que, al igual que la valla de cemento y alambre de espino instalada en parte de la frontera terrestre con Turquía ha contribuido a reducir las llegadas, espera que las flotantes del Egeo hagan lo mismo. Esta valla, de un par de kilómetros de largo, se había visto afectada por un temporal y el Gobierno de Nueva Democracia la renovó en sus primeros meses en el poder. En el 2019 las llegadas por la frontera terrestre con Turquía se redujeron un 17 %, según la agencias de la ONU para los tefugiados (Acnur).
Los medios locales se muestran escépticos sin embargo porque las costas del Egeo frente a Turquía donde las vallas flotantes tendrían que instalarse tienen centenares de kilómetros y los costes serían millonarios.
Las llegadas de refugiados a Grecia por mar en el 2019 aumentaron en un 83 % respecto al año anterior, hasta acercarse a las 60.000 personas, según datos de Acnur.
En los campamentos de las islas, diseñadas para tan solo 6.178 personas, malviven más de 38.300 refugiados, según los datos oficiales más recientes. La descongestión de las islas fue una de las promesas principales de Nueva Democracia tanto en la campaña electoral que le hizo ganar la mayoría absoluta como una vez en el Gobierno.
El partido liderado por Kyriakos Mitsotakis ha prometido el traslado de los refugiados al continente, el incremento de las devoluciones a Turquía de los demandantes de asilo cuyas solicitudes de protección internacional fueran rechazadas y la creación de centros de internamiento (CIE). Además, en un esfuerzo por reforzar los controles fronterizos, ha licitado la contratación unos 400 agentes fronterizos adicionales.
Siete meses después, la frustración entre la población de las islas del Egeo no hace más que aumentar y el 22 de enero una huelga paralizó el comercio y los servicios públicos en las islas de Lesbos, Samos y Quíos.
El Gobierno ha anunciado esta semana el despliegue adicional de 1.200 agentes en la frontera con Turquía y en las islas, al tiempo que ha aumentado la deportación de migrantes al país vecino, hasta alcanzar una media de treinta diarios.