La exdirigente ucraniana Yulia Timoshenko, en estado grave por coronavirus

Yulia Timoshenko, exprimera ministra de Ucrania y una de las líderes de la Revolución Naranja, se encuentra en estado grave tras haberse contagiado de coronavirus, según ha confirmado este domingo su portavoz, Marina Soroka.

«Lamentablemente, es verdad. Ha dado positivo en la prueba del covid-19. Su condición es calificada de grave, con fiebre de hasta 39. Está luchando», ha apuntado Soroka en un comunicado de la agencia oficial de noticias rusa, RIA Novosti.

Yulia Timoshenko, de 59 años, presidió el Gobierno ucraniano en dos ocasiones: entre febrero y septiembre del 2005 y entre diciembre del 2007 a marzo del 2010. En la actualidad es la líder del partido Batkivschina. Pese a varios intentos jamás ha llegado a ser presidenta del país, y ha enfrentado varios juicios por corrupción.

La dama de la Revolución Naranja

Timoshenko jugó un papel clave en la Revolución Naranja. Su dulce cara eslava y la trenza de pelo que coronaba su cabeza se convirtieron en uno de los iconos de las protestas del 2004, en las que miles de ucranianos reunidos en la plaza de la Independencia  de Kiev pedían la anulación de las elecciones presidenciales ganadas por el prorruso Víktor Yanukóvich por considerar que habían sido fraudulentas. El levantamiento obligó a repetir las elecciones que terminó ganado el proeuropeo Víktor Yúschenko, pero Yanukóvich ganó las siguientes presidenciales del 2010.

Antes de dedicarse a la política había sido una exitosa mujer de negocios en la industria del gas que la convirtieron en una de las personas más ricas en Ucrania. No en vano era conocida como la «princesa del gas».

Su trayectoria política es una mezcla de claroscuros. En marzo del 2010 fue destituida como primera ministra en una moción de censura en el Parlamento. Una caída con la que comenzó su etapa más negra en la que enfrentó varios juicios en su contra, uno de ellos por la firma de contratos de gas con Rusia desventajosos para Ucrania. El 11 de octubre del 2011, Timoshenko fue condenada a 7 años de cárcel. Pero en el 2014 fue liberada en el inicio de la revolución de Maidán que acabó con Yanukóvich huyendo a Moscú.