Alto el fuego de las milicias chiíes de Irak
Internacional
Los grupos armados próximo a Irán ofrecen dejar de atacar objetivos estadounidenses a cambio de un calendario para su retirada
12 Oct 2020. Actualizado a las 21:15 h.
Las milicias chiíes de Irak han ofrecido por sorpresa un «alto el fuego» por el que se comprometen a dejar de atacar objetivos estadounidenses y del resto de fuerzas occidentales en el país a cambio de un calendario para su retirada. La propuesta incluye «a todas las facciones de la resistencia, incluidas las que han atacado a las fuerzas norteamericanas», reveló Mohamed Mohi, portavoz de Kataeb Hezbolá, una de las facciones más importantes del país, sin aportar más detalles.
Estos grupos armados, próximos a Irán, firmaron el comunicado bajo el nombre de la recién creada Comisión para la Coordinación de la Resistencia de Irak y pusieron como única condición un plan claro para la salida de las fuerzas de Estados Unidos.
«Si insisten en permanecer en el país, se arriesgan a ataques mucho más violentos», alertó Mohi, en una declaración que sonó a ultimátum a su Gobierno y a la Casa Blanca. Este anuncio se produjo pocos días después de que Washington amenazara con cerrar su Embajada en Bagdad si no cesaba el lanzamiento de cohetes y de que una bomba explotara al paso de un convoy al sur del país, ataques que Mohi calificó de «mensajes para decir que no sois bienvenidos».
El Pentágono, que llegó a desplegar hasta 170.000 soldados en suelo iraquí, cuenta ahora con 5.000 hombres sobre el terreno. Forman parte de la misión internacional que combate al grupo yihadista Estado Islámico (EI) y adiestra a las fuerzas locales, y, al igual que ocurre en Afganistán, están en pleno proceso de repliegue. El mismo día en el que Trump adelantó la retirada de sus tropas de suelo afgano para esta Navidad, señaló su intención de reducir a 3.000 efectivos el contingente en Irak.
Las milicias mantienen su pulso con Washington, pero han perdido popularidad en las calles debido a su labor represora en las movilizaciones sociales que vive Irak desde hace un año y al miedo de la población en que conviertan al país en un campo de batalla entre Estados Unidos e Irán. Los iraquíes están agotados de tanta violencia y esta declaración de tregua ayudará a rebajar la tensión de los últimos meses.
Asesinato de Suleimani
Desde la invasión del 2003, Irak mantiene un equilibrio poco frecuente en la región en sus relaciones con Irán, vecino y gran potencia chií, y Estados Unidos, responsable del derrocamiento de Sadam Hussein y el cambio de sistema. El 3 de enero, Donald Trump ordenó el asesinato del general iraní Qassem Suleimani, líder del brazo exterior de la Guardia Revolucionaria y responsable de la red de milicias leales a Teherán en la región. Suleimani acababa de aterrizar en Bagdad y en esta operación también murió Abú Mahdi al Muhandis, jefe de estos grupos paramilitares chiíes en Irak, que acudió a darle la bienvenida al aeropuerto. Las milicias juraron venganza y desde entonces se han sucedido los ataques con proyectiles a la legación estadounidense situada en la zona verde.
Esa operación ordenada por Trump hizo mover ficha al Parlamento en Bagdad que aprobó una moción para pedir al Gobierno que ordene la retirada de las fuerzas de Estados Unidos. Según el texto, el Ejecutivo no se comprometía «a revocar su petición de ayuda a la coalición internacional que está combatiendo al Estado Islámico, debido al fin de las operaciones militares en Irak y el logro de la victoria», pero han pasado diez meses y no se ha hecho público un calendario de retirada. Ahora las milicias urgen a las autoridades a mover ficha.