Austria y Francia buscan estrategias comunes para frenar el yihadismo
Internacional
El Reino Unido admite temer un ataque inminente de islamistas radicales
04 Nov 2020. Actualizado a las 19:09 h.
Francia y Austria, los dos países que se han convertido en el epicentro de los ataques yihadistas en Europa, en las últimas dos semanas, tratan de crear un frente común para frenar la ofensiva de los islamistas radicales. El presidente francés, Emmanuel Macron, viajará a Viena el próximo lunes, invitado por el canciller federal austríaco, Sebastian Kurz, para hablar sobre «iniciativas europeas en la lucha contra el terrorismo islámico y el islam político».
El atentado de Viena fue cometido por un joven de 20 años identificado por las autoridades austríacas como Kujtim Fejzulai, nacido en Viena de padres albanomacedonios y que ya había sido condenado a 22 meses de cárcel por querer sumarse al grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la guerra de Siria.
Ese grupo terrorista asumió la autoría del atentado a través de uno de sus canales de propaganda. Por su parte, Francia ha sido sacudida en las últimas semanas por una serie de atentados islamistas y ha elevado a su máximo nivel la alerta terrorista tras el ataque de Niza, en el que un hombre asesinó a tres personas con un cuchillo.
La invitación de Kurz a Macron para una «visita de trabajo», anunciada este miércoles por la cancillería federal de Austria, se produce después de que Viena sufriera su primer atentado islamista el pasado lunes, a manos de un joven de 20 años radicalizado que mató con un arma automática a cuatro civiles, además de dejar heridas a más de veinte personas.
Alerta máxima
En la reunión, los mandatarios hablarán sobre «cómo tratar a los combatientes terroristas extranjeros, sobre la protección adecuada de las fronteras exteriores de Europa, y sobre cómo debería tratar la Unión Europea (UE) a Turquía», indica la cancillería.
Unas horas antes, fuentes del Gobierno de Austria habían adelantado que Kurz y Macron mantuvieron el martes por la noche una conversación telefónica y planearon «iniciativas europeas comunes en la lucha contra el terrorismo».
El miedo a un incremento de la actividad terrorista relacionada con el islamismo radical se ha contagiado a numerosos países. Así, el Gobierno del Reino Unido elevó esta misma semana el nivel de alerta por posibles atentados terroristas hasta el cuarto grado en una escala de cinco. El nivel «severo» en la alerta significa que un atentado es «altamente probable» y está solo por debajo del grado «crítico», que indica que se espera un ataque «en un futuro cercano», según la descripción que proporciona el Ejecutivo. La ministra de Interior, Priti Patel, anunció en un mensaje la decisión, tomada en base al criterio del Centro Conjunto de Análisis sobre Terrorismo, órgano dependiente de la agencia de inteligencia nacional MI5. «Esta es una medida de precaución y no está basada en ninguna amenaza concreta. Los ciudadanos deben permanecer vigilantes e informar a la policía de cualquier actividad sospechosa», detalló Patel. El primer ministro británico, Boris Johnson, se mostró por su parte «profundamente consternado» por el atentado en Viena.
Ilegalización de Lobos Grises
Al margen de las decisiones de seguridad, Francia mantiene su estrategia de enfrentar el desafío yihadista en todos los estratos de la sociedad. El Gobierno galo disolvió este miércoles en Francia la organización ultranacionalista turca Lobos Grises, a la que acusa de incitar al odio y a la discriminación y de estar detrás de distintos altercados violentos en el país.
El Ejecutivo galo formalizó su disolución con un decreto aprobado por el Consejo de Ministros en el que indicó que el hecho de que esa agrupación haya reivindicado y asumido esos incidentes «demuestra su influencia y permite temer» que haya otros nuevos. Las autoridades francesas han responsabilizado a Lobos Grises del choque entre miembros de la comunidad turca y la armenia cerca de la ciudad de Lyon el miércoles de la semana pasada y en el contexto de las tensiones por el conflicto de Nagorno Karabaj, que enfrenta a Armenia con Azerbaiyán, aliado de Ankara, entre otros conflictos registrados en el país a lo largo de los últimos meses.