La Voz de Galicia

La Justicia británica niega la libertad condicional a Assange por riesgo de fuga

Internacional

Juan F. Alonso Londres / E. La Voz
Imagen de archivo de Julian Assange, tras ser detenido en la embajada de Ecuador en Londres.

Seguirá en una prisión de máxima seguridad mientras se resuelve el recurso de Estados Unidos contra la negativa a extraditar al fundador de WikiLeaks

06 Jan 2021. Actualizado a las 19:41 h.

Julian Assange seguirá en la prisión inglesa de máxima seguridad de Belmarsh, después de que la Justicia británica rechazara ayer dejarlo en libertad bajo fianza, por considerar que existe riesgo de fuga. La decisión la tomó la jueza Vanessa Baraister, la misma que el pasado lunes negó la petición de extradición que las autoridades judiciales estadounidenses presentaron contra el fundador de WikiLeaks, a quien acusan de 18 cargos, entre ellos espionaje e intrusión informática.

«Estoy convencida de que hay motivos sustanciales para creer que, si es liberado, no se presentará ante el tribunal para afrontar el recurso de apelación», dictaminó la juez, quien agregó que el procesado «ya ha demostrado su voluntad de desobedecer». La historia le da la razón, ya que en el 2012 el fundador de WikiLeaks violó la libertad condicional impuesta por otro juzgado británico y se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres tras perder una batalla en el Tribunal Supremo del Reino Unido, contra la orden de extradición solicitada por Suecia, donde era requerido por un caso de agresión sexual, posteriormente cerrado.

Assange permanecerá en prisión mientras la Justicia británica resuelva el recurso de las autoridades de EE.UU. contra la negativa a concederle la extradición. Washington quiere sentar al hacker en el banquillo de los acusados por difundir en el 2010 y el 2011 miles de correos electrónicos e informes confidenciales sobre las guerras de Afganistán e Irak, sustraídos al Pentágono y al Departamento de Estado.

A la papelera

De nada valieron los argumentos de los abogados de Assange, que adujeron que cuando este se fugó a la embajada ecuatoriana estaba en «circunstancias totalmente diferentes» y que ahora tenía la oportunidad de reunirse con su pareja y dos hijos pequeños. «La experiencia de vivir a la embajada fue extremadamente desagradable y es algo que nunca repetirá», esgrimió sin éxito el penalista Edward Fitzgerald.

Los fiscales refutaron esta declaración y recordaron que el Gobierno mexicano ha ofrecido asilo al australiano, por lo que el peligro de evasión es real. Tampoco valieron las denuncias de que la prisión pone en riesgo su salud, debido al covid-19. «Estaría más seguro aislado con su familia en una comunidad sujeta a severas restricciones que en Belmarsh», agregó el abogado.


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