El juicio a Donald Trump llega al Senado sin contar aún con los votos necesarios
Internacional
El «impeachment» contamina las primeras semanas de Biden en la Casa Blanca
26 Jan 2021. Actualizado a las 08:36 h.
El segundo juicio político contra Donald Trump llegó ayer al Senado para ensombrecer las primeras semanas en el cargo del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Los nueve demócratas de la Cámara de Representantes responsables de preparar el impeachment, presentaron la acusación formal contra el expresidente Trump por incitar a la insurrección a la turba que asaltó el Capitolio el pasado 6 de enero.
Pasadas las siete de la tarde de Washington, los legisladores recorrieron en procesión los mismos pasillos donde cientos de fieles al expresidente se enfrentaron a la Policía, antes de que el líder del proceso, el congresista Jamie Raskin, leyera el cargo ante la Cámara Alta. La ceremonia activó los mecanismos para que el juicio político comience el 8 de febrero, tal y como acordaron los líderes del Senado la pasada semana. Todavía son muchas las incógnitas sobre lo que se avecina. Quién lo presidirá, cuánto tiempo durará, si habrá testigos y, sobre todo, si los demócratas conseguirán los 17 votos necesarios de los republicanos para condenar a Trump. Una posibilidad, por el momento, lejana.
Los líderes del Senado, el demócrata Chuck Schumer y el republicano Mitch McConnell continúan las negociaciones sobre un acuerdo de reparto de poder en una cámara dividida 50-50, con el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris. Esto mantiene el interrogante sobre la cronología del juicio y amenaza la confirmación de los miembros del Gobierno de Biden, así como su plan de aprobar un nueve paquete de ayudas de 1,9 billones de dólares para paliar los efectos de la pandemia.
Los senadores tomarán juramento este martes para actuar como jurado y, a continuación, se abre un período de dos semanas para la presentación de los informes previos. La Administración Biden considera que este receso les permitirá empujar su agenda antes de que el juicio paralice la actividad del Senado.
Contra el «impeachment»
Mientras tanto, varios miembros del Partido Republicano han comenzado a extender el argumento de que un juicio contra un expresidente es inconstitucional y que celebrarlo ahora sería divisivo. «Es estúpido y contraproducente», declaró el senador republicano Marco Rubio, fiel escudero de Trump, quien ya ha confirmado que votará en contra.
El magnate neoyorquino sigue manteniendo su fuerza dominante entre los republicanos, que temen que si se rebelan contra Trump pueden perder el favor de sus votantes. «Haremos algo, pero todavía no», dijo Trump el domingo sobre su posible vuelta a la política al periódico Washington Examiner, en sus primeras declaraciones tras dejar la Casa Blanca. Su equipo legal, dirigido por el abogado republicano Butch Bowers, tiene dos semanas para preparar una defensa que, se espera, gire en torno al argumento de la inconstitucionalidad, dadas las numerosas grabaciones que lo culpabilizan de los hechos ocurridos en el Capitolio. «Si lo que se alega y lo que vimos, no es un delito imputable. ¿Cuál es?», concluyó el republicano Mitt Romney, uno de los pocos senadores en contra de Trump.