Gorbachov defiende la democracia como «única vía correcta de desarrollo para Rusia»
Internacional
El expresidente soviético recordó en el 30 aniversario del intento de golpe de estado sus nefastas consecuencias, que acabaron de descomponer los pilares de la Unión soviética
18 Aug 2021. Actualizado a las 13:33 h.
El último líder de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, afirmó hoy que la «única vía correcta de desarrollo de Rusia es la democrática», en una declaración pública en ocasión del 30 aniversario de la intentona golpista para apartarlo del poder que se cumple este jueves.
«Considero que las lecciones de aquellos días están vigentes hoy. La defensa de los principios democráticos y del Estado de derecho, la exclusión de toda posibilidad de usurpación del poder, de aventuras, deben ser siempre una preocupación de la sociedad y el Estado», subrayó el nonagenario estadista.
El expresidente soviético recalcó su convencimiento de que solo en la senda democrática el país «puede desarrollarse y resolver cualquier problema».
«Había posibilidades de renovación»
Según Gorbachov, aunque el golpe de Estado de agosto de 1991 fracasó, «complicó y debilitó la posición del presidente de la URSS, creó condiciones en las cuales era increíblemente difícil continuar los esfuerzos para preservar la Unión [Soviética]».
«La repúblicas [soviéticas] adoptaron declaraciones de independencia, pero aún así había posibilidades de conservar la Unión sobre bases renovadas», consideró el padre de la «perestroika», el proceso de reformas aperturistas que comenzó con su llegada al poder en 1985.
Además, en diciembre —explicó— se produjo un segundo revés: la confabulación de Belovézhskaya Puscha de los dirigentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, que declararon que la URSS había dejado de existir.
«Los organizadores del golpe de Estado intentaron justificarse afirmando que les movía la preocupación por preservar el país, pero las consecuencias de sus acciones resultaron catastróficas», sentenció Gorbachov.
Los golpistas, según el último líder soviético, fracasaron gracias a la firme posición tanto de él como presidente de la URSS y del presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y a la «valentía de miles de moscovitas, de muchas personalidades».
«La gente no quería volver al antiguo régimen. La instituciones democráticas creadas como resultado de la Perestroika resistieron en general la prueba», resumió.