La Voz de Galicia

El socialdemócrata Scholz, irritado por los registros en su ministerio a solo dos semanas de las elecciones

Internacional

Juan Carlos Barrena Berlín / Colpisa
Scholz pasa por detrás de Merkel, en la sesión del Bundestag el pasado martes.

La redada policial, que nada tiene que ven con el candidato del SPD, estaba dirigida a la lucha contra el lavado de dinero

10 Sep 2021. Actualizado a las 11:15 h.

Sendas redadas policiales en los ministerios federales alemanes de Finanzas y Justicia por un caso de lavado de dinero a gran escala han pillado por sorpresa e irritado al titular de la primera de las carteras, Olaf Scholz, cabeza de lista socialdemócrata (SPD) en las elecciones legislativas que se celebran en poco más de dos semanas. Aunque los registros nada tienen que ver con el también vicecanciller federal, Scholz lamentó la inoportunidad de la operación y que nadie le hubiese advertido antes.

«Podían habérmelo comunicado al menos por escrito», dijo el candidato del SPD a la sucesión de Angela Merkel al frente del Ejecutivo germano.

Poco antes el ministerio de Justicia había confirmado la ejecución de las redadas y revelado que estaban relacionadas con un procedimiento abierto hace más de un año. La investigación a cargo de la Unidad de Inteligencia Financiera (FIU) está al parecer dirigida contra empleados aún no identificados de sus propias filas.

«El objetivo de la medida de la Fiscalía encargada del caso en varios ministerios federales tiene que ver con una orden del jurado de primera instancia de Osnabrück del 10 de agosto del 2021 para ampliar la investigación», dijo un portavoz del ministerio de Finanzas, quien añadió que este «apoya totalmente la labor de esas autoridades», a la vez que subrayó que «las sospechas existentes no están dirigidas de ninguna manera contra empleados del ministerio de Finanzas». La FIU es una unidad especial de los servicios aduaneros alemanes responsable de la lucha contra el lavado de dinero.

La investigación está dirigida contra personal público sospechoso de colaborar en el encubrimiento de delitos financieros. Al parecer, empleados del FIU ocultaron a los órganos responsables de la persecución de delitos denuncias de sospechas de lavado de dinero en grandes cantidades realizadas por varios institutos bancarios.

Paraíso criminal Las sospechas contra empleados de la FIU surgieron a partir del momento de que esta unidad fuera desglosada de la Oficina Federal de Investigación Criminal y transferida a la policía aduanera en el 2017. Un traslado que autorizó el entonces ministro federal de Finanzas y hoy presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble. El grupo se vio al parecer desbordado desde un principio por la labor encomendada y adoleció de la falta de expertos en la materia, personal cualificado, dotación técnica e información básica para su trabajo. Pese a todo, todos los institutos bancarios germanos están obligados a denunciar ante la FIU cualquier tipo de transacción bancaria sospechosa.

Debido a su mano ancha con los movimientos de dinero en efectivo, Alemania es considerada un paraíso para las organizaciones criminales, que lavan su dinero de oscuros negocios con la compra de objetos inmobiliarios o artículos de lujo con pagos al contado.


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