López Obrador niega que quiera romper con España, pero insiste en hablar de «saqueo»
Internacional
Califica sus palabras del día anterior de «protesta respetuosa y fraterna»
10 Feb 2022. Actualizado a las 22:06 h.
Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a incendiar las relaciones diplomáticas entre México y España. El presidente del país norteamericano propuso este miércoles una «pausa» en las relaciones de ambos Estados al considerar que las empresas energéticas españolas han actuado de forma ventajosa en territorio mexicano. Este jueves López Obrador trató de matizar sus palabras y aseguró que durante su intervención no habló de ruptura, aunque volvió a utilizar el término «saqueo» para referirse a la actuación de las compañías españolas.
«No es ruptura. Es una protesta respetuosa y fraterna. Vamos a serenar la relación. No hay una ruptura, si hace falta aclararlo», señaló López Obrador. «Que ya no se esté pensando que se va a saquear a México. Es una falta de respeto. Deberían ofrecer disculpas. No lo han hecho. No importa. Vamos a una etapa nueva», añadió. «No es xenofobia», destacó el presidente mexicano, al tiempo que señaló a las empresas españolas por llevar a cabo «una política caracterizada por el influyentismo».
«No queremos que nos roben», había dicho la víspera, mientras defendía ante una periodista la nueva ley de energía de su Gobierno —que prioriza a las empresas estatales frente a las privadas— antes de darle la palabra a uno de los miembros de su Gabinete para que detallase varios acuerdos con compañías españolas en las que considera que México ha sido perjudicado.
«Era un contubernio de arriba, una promiscuidad económica, política, en la cúpula de los Gobiernos de México y de España, pero como durante tres sexenios seguidos. Y México se llevaba la peor parte, nos saqueaban. Entonces, vale más darnos un tiempo, una pausa, a lo mejor ya cuando cambie el Gobierno ya se establecen las relaciones», señaló el miércoles.
Otros encontronazos
No es el primer encontronazo entre López Obrador y España. En el 2019, poco después de llegar al poder, reclamó por carta al rey Felipe VI que España pidiese perdón por los hechos acaecidos durante la conquista de México. La petición fue ignorada por la Moncloa y por la Casa Real, algo que, según analistas mexicanos, molestó mucho al mandatario.
Si ahora vuelve por derroteros similares es, según parte de los politólogos, para continuar marcando la agenda mediática de México, ya que López Obrador ha sido muy criticado recientemente por los asesinatos de periodistas en el país.
Su hijo también está en el candelero, después de que la prensa airease su lujoso estilo de vida en Estados Unidos y un caso por un supuesto conflicto de intereses del primogénito con la petrolera estatal. Reavivar el debate de las relaciones con España aparta el foco de esos casos.
También se ha mencionado en la prensa que López Obrador no informó a nadie de su equipo diplomático de las declaraciones que iba a hacer, cuando se critica que el presidente mexicano esté tomando cada vez más decisiones por su cuenta.
A López Obrador le quedan dos años y medio de su sexenio de Gobierno y sus posibles relevos podrían mantener sus mismas políticas, pero no su mismo estilo diplomático.
Albares rechaza «tajantemente» la posición mexicana y pide respeto para las empresas españolas
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, tachó de «injustificadas» las descalificaciones del miércoles del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, contra España y sus empresas, a las que acusó de «saquear impunemente» su país.
Ante estos ataques, Albares insistió en que el Ejecutivo de Pedro Sánchez «no ha realizado ninguna acción que lleve a hacer una declaración de ese tipo», que rechaza «tajantemente», y pidió al mandatario mexicano «respeto» y también que evite «este tipo de manifestaciones».
El titular de Exteriores destacó que «España es el segundo inversor en México» superando los 70.000 millones de euros y «la inversión mexicana en España alcanza ya los 25.000 millones». España cuenta con 7.000 empresas en el territorio azteca y más de 175.000 españoles viven allí. Además, cerca de 30.000 mexicanos residen en España, por lo que Albares aseguró que el Gobierno «trabajará siempre por mantener las mejores relaciones con México y reforzar los lazos humanos, lingüísticos, culturales y comerciales con este pueblo hermano», con unas «relaciones basadas en el respeto mutuo, como quieren los españoles y los mexicanos».
Albares avisó que «nadie debe llamarse a engaño» y que el Gobierno «va a defender siempre y ante cualquiera los intereses de los españoles y de sus empresas».