La OTAN prepara a Ucrania para la guerra química, biológica y nuclear
Internacional
Zelenski reclamó a los aliados asistencia militar «sin limitaciones»
24 Mar 2022. Actualizado a las 21:31 h.
Pocos imaginaban, hace apenas un mes, que el presidente ruso Vladimir Putin iba a ordenar un ataque a gran escala en Ucrania. Ahora las incógnitas giran en torno a la magnitud de devastación que el Kremlin quiere causar en el país. La OTAN asegura que Moscú «está buscando pretextos» para utilizar armas químicas o biológicas en Ucrania y defiende que el riesgo de un ataque nuclear «es real». Tanto es así que los aliados ya han activado su mecanismo de defensa ante un posible ataque de este tipo.
El uso de un arma biológica, química o nuclear en Ucrania supondría un antes y un después en el conflicto, ya que afectaría a países de la Alianza y alcanzaría nivel internacional. «Cambiaría la naturaleza del conflicto, sería inaceptable y tendría graves consecuencias», declararon los líderes a su llegada este jueves a la cumbre de la OTAN. El mayor temor es que Moscú cruce esa línea roja. Hasta ahora la Alianza se ha centrado en apoyar a Ucrania con entrenamiento y equipación militar, pero ha rehusado intervenir directamente para evitar una tercera guerra mundial.
Su secretario general, Jens Stoltenberg, insistió en esta idea tras la reunión, en la que participó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. «Esta amenaza solo subraya la importancia de poner fin al conflicto», dijo Stoltenberg sobre las derivas cada vez más peligrosas de la guerra.
En su cita en Bruselas, los treinta líderes coincidieron en que deben preparar a Ucrania «para lo que pueda llegar a pasar» y se comprometieron darle protección ante ataques químicos, biológicos, radiactivos y nucleares, y ofrecer entrenamiento a los ucranianos sobre cómo actuar ante una agresión de este tipo.
Petición de aviones
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que intervino de forma telemática, pidió a la OTAN «ayuda militar ilimitada» y, en concreto, aviones y tanques porque «es cuestión de vida o muerte». «Ucrania os pide aviones para que no perdamos a tanta gente y aún no hemos recibido un solo avión (...). Pedimos tanques para defender nuestras ciudades (...). Tenéis al menos 25.000 tanques. Ucrania está pidiendo solo 500», dijo, según recoge Efe.
De forma paralela, la OTAN trata de reforzar sus posiciones y de blindar a los países vecinos, con el despliegue de su infantería y el envío de equipamiento militar. El miércoles ya adelantó que duplicará su presencia en el flanco oriental, con el despliegue de cuatro batallones en Bulgaria, Rumanía, Hungría y Eslovaquia.
La fórmula occidental ante la amenaza rusa incluye el aumento de la fuerza aérea —con más jets y sistemas antimisiles— y de la marítima —incrementando el número de buques y submarinos en las bases de la OTAN—.
La cumbre sirvió también para hacer un llamamiento a China. «Pedimos que no apoye la agresión rusa ni económica ni militarmente», dijo Stoltenberg, que exigió a Pekín que use su influencia para impulsar el diálogo de paz.
Biden pide expulsar a Rusia del G20 por su ataque a Ucrania
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró este jueves que Rusia debería ser expulsada del G20 debido a su invasión de Ucrania durante una rueda de prensa tras participar en las cumbres de la OTAN y el G7 en Bruselas.
«Hoy hablamos de eso. Y planteé la posibilidad de que si no se puede hacer eso [expulsar a Rusia del G20], si Indonesia [país anfitrión de la próxima cumbre] y otros no están de acuerdo, (...) tendríamos que permitir que Ucrania también pueda asistir a las reuniones», añadió.
Rusia confirmó precisamente este miércoles la intención del presidente ruso, Vladimir Putin, de asistir a la cumbre del G20 en Indonesia a finales de este año y por ahora el país anfitrión ha mantenido su invitación a ese líder a pesar de su invasión de Ucrania.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, expresó su preocupación por la eventual asistencia del presidente ruso a esa reunión. «La idea de sentarse en la mesa con Vladimir Putin..., es ir demasiado lejos», dijo.
La Alianza prolonga un año el mandato de Stoltenberg como secretario general
Los líderes de la OTAN acordaron este jueves prolongar un año más, hasta el 30 de septiembre del 2023, el mandato del noruego Jens Stoltenberg como secretario general de la Alianza. La organización trasatlántica detalló en un comunicado que los aliados agradecieron a Stoltenberg «su liderazgo y dedicación, en particular en este momento crítico para la seguridad internacional».
«Honrado por la decisión de los jefes de Estado y Gobierno de la OTAN de extender mi mandato (...) Mientras afrontamos la mayor crisis de seguridad en una generación, permanecemos unidos para mantener nuestra Alianza fuerte y nuestra población segura», escribió el político noruego en Twitter, según recoge Efe.
Stoltenberg es secretario general de la OTAN desde octubre del 2014 y su mandato concluía el próximo 30 de septiembre, pero la invasión rusa de Ucrania ha cambiado los planes de la organización.
Kiev acusa a Moscú de emplear bombas de fósforo en ataques contra civiles en la región de Lugansk
Las autoridades de Ucrania denunciaron la muerte de al menos cuatro personas, entre ellas dos niños, en ataques por parte de las fuerzas rusas en la región de Lugansk (este), y el presunto uso de bombas de fósforo, del que ya alertó el miércoles el alcalde de la localidad de Irpín.
«Los rusos han atacado durante la noche la región de Lugansk con cohetes y bombardeos con fósforo. Hay cuatro muertos», dijo el jefe de la Administración Militar Regional de Lugansk, Serhiy Hadai, en Facebook. Añadió que en 24 horas fueron dañados o destruidos 31 edificios, incluidas 23 casas, y que los ataques fueron perpetrados contra las localidades de Kremina, Lisichansk, Novodruzhesk, Rubizhne, Severodonetsk y Voivoidivka.
«La situación en Rubizhne es muy difícil por los combates activos en la ciudad», aseguró Hadai. «Los rusos están agonizando. No han podido penetrar en profundidad, así que han empezado a usar armamento pesado», aseguró, antes de incidir en que «la Fuerza Aérea rusa ha empezado a lanzar bombas de fósforo en Rubizhne». «Desafortunadamente, el número de víctimas podría ser mucho más alto», zanjó, según recoge Europa Press.
Todas estas áreas están fuera de la zona controlada por la autoproclamada República Popular de Lugansk, cuya independencia fue reconocida en febrero por Rusia —junto a la de Donetsk— días antes del inicio de la invasión.
Crimen contra la humanidad
Las palabras de Hadai llegaron un día después de que el alcalde de Irpín, en los alrededores de Kiev, asegurara que las fuerzas rusas habían usado «municiones de fósforo» en la zona. El área supuestamente atacada con este armamento, prohibido por el derecho internacional, se encuentra entre Hostomel e Irpín.
El regidor, Oleksander Markushin, hizo hincapié en un mensaje en Telegram que el uso de este armamento contra civiles es un crimen contra la humanidad y que supone una violación de las Convenciones de Ginebra. Rusia no ha respondido por ahora a las acusaciones.
Por su parte, el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ha publicado una guía con recomendaciones para actuar en caso de ataque químico, como cerrar firmemente ventanas, puertas, chimeneas y puntos de ventilación, sellar grietas en ventanas con papel o celofán y seguir las instrucciones a través de los medios.