Uno de los negociadores con ETA, elegido por la ONU para mediar en la guerra de Ucrania
Internacional
Martin Griffiths, quien se reunió con Josu Ternera y varios enviados del Gobierno de Zapatero, ha sido designado como enlace por la organización
29 Mar 2022. Actualizado a las 18:57 h.
La ONU informó sobre el reciente nombramiento de Martin Griffiths como negociador para buscar un alto el fuego en Ucrania, un hombre que ya jugó un papel clave como mediador entre ETA y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del organismo, António Guterres, solicitó su incorporación para buscar un enlace entre Moscú y Kiev con la esperanza de que pueda reunirse con ambas partes. Su misión consistirá, según Guterres, en conseguir un alto el fuego que facilite el envío de ayuda e iniciar conversaciones para lograr un acuerdo de paz.
La relación de Martin Griffiths con España surgió en 2004, cuando trabajaba para el centro Henri Dunant, una organización no gubernamental especialista en mediar en todo tipo de conflictos. Esta asociación, establecida en Ginebra (Suiza), había mostrado de forma discreta su interés en intervenir en contactos para poner fin al terrorismo de ETA. Algunos miembros habían trabajado para los Gobiernos británico y norteamericano en el final de la violencia en Irlanda del Norte. El grupo había conseguido cierta relación con la banda a través de William Douglas, el antropólogo que creó el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Reno. Pero Griffiths informó a sus contrapartes norteamericanas que no veía viables los contactos y comenzó las gestiones por su cuenta. Los contactos de la Henri Dunant fueron esporádicos durante el Gobierno de José María Aznar, pero tras la victoria electoral de Rodríguez Zapatero las gestiones se multiplicaron. El dirigente socialista vasco Jesús Eguiguren y miembros de ETA habían mantenido ya varios encuentros exploratorios.
La participación de la Henri Dunant permitió disponer de una base neutral en la que llevar a cabo las negociaciones. Estas no se interrumpieron ni siquiera cuando la banda cometió el atentado de la T-4, en diciembre de 2006, y asesinó a los ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio. Los contactos se mantuvieron, pero el fracaso de la mesa política de Loyola hizo que ETA volviese a las armas. Entre los atentados que llevó a cabo figuran el asesinato en Mondragón del socialista Isaías Carrasco, la muerte de los guardias civiles Carlos Saénz y Diego Salvá y, en Francia, el tiroteo que costó la vida al gendarme Serge Nerin. La banda no dejaría las armas hasta el 20 de octubre de 2011.
Estafa y dimisión
Las actas de las reuniones entre el Gobierno y ETA quedaron en poder de la asociación Henri Dunant. Griffiths dimitió de su puesto como director ejecutivo después de que se descubriera que el contable de la asociación había estafado más de un millón de euros de las cuentas del grupo de mediación.
En unas declaraciones en 2020, Griffiths se definía como un mediador, «no un negociador», y ponía en valor la empatía a la hora de realizar su papel en lugares en conflicto. El británico se refería a su experiencia con ETA y afirmaba que había conocido a líderes terroristas vascos -no citó nombres aunque quien más tiempo participó en los encuentros fue José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera-, de los que había aprendido a tratar de entender cómo era su día a día. Griffiths comenzó a trabajar después para la ONU en asuntos relacionados con la guerra de Yemen y la de Siria. En 2021, Guterres le nombró subsecretario general de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia.