La Voz de Galicia

El escándalo de una traducción

Internacional

Oleksandr Pronkevych Catedrático de Literatura Española en la Universidad de Mykolaiv
Volodímir Zelenski, en un momento de su intervención telemática en el Congreso de los Diputados

08 Apr 2022. Actualizado a las 09:03 h.

Hace dos días Volodímir Zelenski dio el discurso ante el Congreso de los Diputados. El evento provocó un sonoro escándalo: en toda España no había aparecido ningún intérprete que fuera capaz de traducir las palabras de nuestro presidente simultáneamente del ucraniano al español y al revés. En mi opinión, no es casualidad. En este incidente irritante se refleja la situación con los estudios ucranianos en España.

En algunos de mis escritos anteriores ya he dicho que en España, antes de la guerra, Ucrania no existía como un país con su propia imagen distinta de la rusa. La estadística nos informa de que en el año 2021 el número de ucranianos en España fue de 120.000. Funcionan decenas de asociaciones ucranianas con sus escuelas, centros de cultura y productos mediáticos, que celebran festivales y acciones culturales. Muchos ucranianos se han integrado perfectamente en la sociedad española manteniendo su identidad ucraniana y su dominio perfecto del ucraniano y el castellano. Sin embargo, en la conciencia cultural española mi país se pierde en flujos informativos globales. En parte es culpa del Estado ucraniano que no presta atención a la difusión de la Marca Ucrania en el mundo hispano.

En ninguna otra esfera la ausencia de Ucrania es tan obvia como en el campo académico e intelectual español. Sería una exageración afirmar que no existimos en absoluto como un objetivo de investigación. Conozco libros y artículos dedicados a la historia, la economía, la cultura de Ucrania, pero son una gotita pequeña en comparación con lo que se escribe sobre Rusia o Polonia. El campo más desconocido para los españoles es la literatura ucraniana. Los nombres de autores ucranianos cuyas obras han sido traducidas al castellano se puede contar con una mano. El conocimiento de la historia de la literatura es fragmentario. La lengua ucraniana no se estudia en las universidades españolas. La única excepción es la Universidad de Granada, en la cual el ucraniano se aprende como segunda o tercera lengua extranjera, pero no como primera.

Algunos periodistas preguntan por qué el Registro General del Congreso de los Diputados no pudo conseguir a alguien más listo para interpretar el discurso de Volodímir Zelenski. Tengo dos respuestas. Primero, el aparato burocrático del Registro General, por inercia o por otras razones, sigue tomando a Ucrania como un país que no presenta ninguna prioridad para el Reino de España. ¿Cuántas personas más deben matar los rusos para que la actitud arrogante hacia Ucrania se cambie y se mejore? Segundo, tomando en consideración el bajo nivel de la formación profesional de los traductores del español al ucraniano en España, es técnicamente imposible conseguir a alguien certificado y debidamente formado para asistir a los políticos ucranianos.

No quiero que mis lectores tomen mi escrito por una queja. Mi texto es más bien un llamamiento al Estado español, al Congreso de los Diputados, a las autonomías, al gremio de profesores, a los individuos. ¡Por favor, apoyen los estudios ucranianos en España! Mi país lo merece.

 

Anteriores entregas

7 de abril ¿Qué es la rusofibia?

6 de abril Sigo recibiendo cartas

5 de abril El genocidio y la cultura rusa

4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana

3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás

2 de abril: Proyección interrumpida de películas

1 de abril: Oda al teléfono celular

31 de marzo: Llorad y rezad por Petro

30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas

29 de marzo: El 28 de marzo

28 de marzo: ¿Podemos repetir?

27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa

26 de marzo: Humor en la guerra

25 de marzo: Educación sentimental

24 de marzo: Una pregunta maldita

23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás

22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto

21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco

20 de marzo: La carta de mi estudiante

18 de marzo: Pensando en mi universidad

17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso

15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten

14 de marzo: El domingo siempre es domingo

13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?

12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia

11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia

10 de marzo: Nos hicimos refugiados

8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás

7 de marzo: Protegidos por san Nicolás

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5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias

4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago

 3 de marzo: Ucrania resiste y vive

 2 de marzo: Mis peores temores

 1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores

 28 de febrero: Tanques en Mykolaiv

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