El sanguinario líder de Chechenia anuncia que Rusia volverá a atacar Kiev

Ramzan Kadírov, el sanguinario jefe de la república rusa de Chechenia al que Putin le encargó el asedio de Mariúpol, dijo este lunes que las fuerzas rusas van a atacar Kiev, la capital de Ucrania, donde la normalidad comenzaba a asomarse de nuevo. 

«Habrá una ofensiva... no solo sobre Mariúpol, sino también sobre otros lugares, ciudades y pueblos», señaló Kadírov. Luego, añadió: «Lugansk y Donetsk, en primer lugar … y luego tomaremos Kiev y todas las demás ciudades». Kadírov está al frente de los kadirovtsy. La sola mención de este ejército privado, que algunos cifran en 25.000 hombres, infunde terror.  Se les imputan torturas y ejecuciones extrajudiciales y ayudan al presidente a controlar cualquier movimiento independentista en Chechenia.

«Se lo aseguro: no se dará ni un paso atrás», dijo Kadírov en relación con el asalto de las tropas rusas a Kiev. Sus palabras chocan con los últimos pasos dados por Rusia, que retiró sus tropas del norte del país para concentrar su fuerza en el este, en el Dombás. 

Kadírov ha sido acusado repetidamente por Estados Unidos y la Unión Europea de abusos contra los derechos y crímenes de guerra. Su vida cambió por completo en mayo del 2004. Tenía apenas 27 años y asistía junto a su padre, el sanguinario Ajmat, un viejo guerrillero checheno que supo cambiar de bando a tiempo para convertirse en el amo de su país, a un partido de fútbol en el estadio Dínamo de Grozni, para conmemorar la victoria rusa ante los nazis en 1945. Todavía sin alcanzar la mayoría de edad Ramzán fue proclamado presidente.