La Voz de Galicia

El «Guernica» de Picasso

Internacional

Oleksandr Pronkevych Catedrático de Literatura Española en la Universidad de Mykolaiv
El Guernica, icónica obra de Picasso que puede verse en el Museo Reina Sofía

27 Apr 2022. Actualizado a las 05:00 h.

El 26 de abril de 1937 los aviones alemanes bombardearon Guernica. Unos meses más tarde Pablo Picasso, para atraer la atención a la tragedia, creó la obra antibélica. Hoy es el 26 de abril del 2022. Los aviones y lanzamisiles rusos están bombardeando Mariúpol. Conozco el cuadro de mi niñez como la visualización genial de la propaganda antifascista, pero ahora lo veo con nuevos ojos. 

No puedo suponer que los soldados y oficiales de la Rusia de Putin puedan saber algo sobre Picasso o su Guernica. Estoy seguro de que ellos son estéticamente primitivos e ineducados porque nunca han estado en museos, y mucho menos, en las exposiciones de la pintura vanguardista. La cosa más perfecta que les podría interesar en el mundo es el inodoro saqueado en las casas de Bucha, Irpín o Borodianka. Los orcos rusos adoran los inodoros y no una pintura con las imágenes horrorosas en la cuales ellos podrían reconocerse. Para ellos, el Guernica de Picasso visto a través del agujero de un inodoro no tiene ningún valor práctico.

Sin embargo, lo que asusta es el hecho de que Rusia cuenta con personas cultas que conocen la obra de Picasso y, sin embargo, justifican los crímenes militares rusos en Ucrania. Surge la sensación de que, para ellos, el Guernica forma parte de la programación de los bombardeos masivos de Mariúpol, Chernígov, Járkov, Mykolaiv, Odesa, Kremenchug… Para comprender cómo puede ocurrir este (d)efecto es menester estudiar un tema más amplio: la arqueología del imaginario español en la cultura rusa soviética y postsoviética.

Todo empieza con la creación del mito idealizado del comunista español republicano exiliado en la URSS. Por lo general, es un caballero impecable de la fe comunista y es la encarnación completa de la lucha contra el fascismo, personificado en Francisco Franco. El ejemplo más conocido es Pablo Álvarez, de la película Salud, María (1971). En el 2013, un año antes de la guerra en el Dombás, llegó a las pantallas rusas otra película titulada Leyenda Número 17, que cuenta la historia del famoso jugador Valériy Jarlámov y que inscribe el imaginario español en la atmósfera de la preparación de la guerra contra Ucrania. Valeriy, hijo de Begoña, heredó el espíritu de torero de su madre, «hija de la República». La xenofobia le dio fuerza a él y a su equipo para ganar en el partido de hockey sobre hielo de 1972 contra los canadienses, presentados como los enemigos occidentales, o más exactamente, norteamericanos. Según el filme, la ideología de la Segunda República se transmitió en el linaje de Jarlámov genéticamente y está combatiendo contra los yanquis.

La misma idea se le ocurrió en el 2014 a algunos españoles que se fueron a Ucrania para luchar contra los EE.UU., matando a los ucranianos, bajo las banderas de la Segunda República y el lema «Ellos no pasarán». La españolada se usa para legitimar el fascismo con la retórica antifascista. Yo me pregunto: ¿No ha pasado algo parecido al Guernica de Picasso? Creado como propaganda antifascista ¿se ha convertido el cuadro en un modelo para los numerosos crímenes militares rusos? ¿O es una obra maestra que denuncia estos crímenes?

 

Anteriores entregas

26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa

24 de abril El Día del Libro

23 de abril La tragedia del sur de Ucrania

22 de abril El Jueves Limpio

21 de abril Una parábola sobre las burbujas

20 de abril El Martes Grande en Ucrania

19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis

18 de abril Las noticias de Mykolaiv

15 de abril Las diosas enfurecidas

13 de abril Hobbit y Gandalf

12 de abril La primavera

11 de abril La batalla por el «borsch»

 10 abril Mi facultad en la guerra

9 de abril Folclore de la guerra

8 de abril El escándalo de una traducción

7 de abril ¿Qué es la rusofobia?

6 de abril Sigo recibiendo cartas

5 de abril El genocidio y la cultura rusa

4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana

3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás

2 de abril: Proyección interrumpida de películas

1 de abril: Oda al teléfono celular

31 de marzo: Llorad y rezad por Petro

30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas

29 de marzo: El 28 de marzo

28 de marzo: ¿Podemos repetir?

27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa

26 de marzo: Humor en la guerra

25 de marzo: Educación sentimental

24 de marzo: Una pregunta maldita

23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás

22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto

21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco

20 de marzo: La carta de mi estudiante

18 de marzo: Pensando en mi universidad

17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso

15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten

14 de marzo: El domingo siempre es domingo

13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?

12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia

11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia

10 de marzo: Nos hicimos refugiados

8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás

7 de marzo: Protegidos por san Nicolás

6 de marzo: La ciudad de san Nicolás

5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias

4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago

 3 de marzo: Ucrania resiste y vive

 2 de marzo: Mis peores temores

 1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores

 28 de febrero: Tanques en Mykolaiv

 27 de febrero: Rezad por Kiev

 24 de febrero: «¡Feliz cumple, profesor!» (Sé que puede ser el último de mi vida)

 


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