Los liberales y la CDU reclaman sancionar al excanciller alemán Schröder

Tras su polémica entrevista con The New York Times, en la que comentaba extensamente la guerra de Vladimir Putin, el excanciller Gerhard Schröder continúa siendo fuertemente criticado en Alemania y ya acumula 14 solicitudes de procedimientos de exclusión de su partido, el socialdemócrata SPD, que encabeza el Gobierno alemán.

El líder de la oposición democristiana (CDU) Markus Söder fue el último en condenar el comportamiento del socialdemócrata Schröder en relación a la ofensiva rusa en Ucrania, calificándolo como una «vergüenza para el país». El excanciller «es un hombre obstinado, viejo y extraño», apuntó Söder en una pequeña conferencia de la Unión el sábado en Wurzburgo sobre la agresión rusa en Ucrania. «Nos perjudica a todo el mundo, no solo al SPD», añadió.

El también primer ministro bávaro exigió que Schröder no solo abandonara su partido político, sino que también devolviera sus privilegios como excanciller. El SPD ya ha pedido a Schröder, que gobernó de 1998 al 2005, que abandone el partido. Sus colaboradores en Berlín ya han dimitido.

El ministro federal de Finanzas, el liberal Christian Lindner, también se ha pronunciado a favor de retirar el apoyo estatal a Schröder por sus vínculos empresariales con Rusia. «Debemos sacar conclusiones. Para mí ya no es concebible que el contribuyente le proporcione una oficina», argumentó Lindner al grupo mediático alemán Funke. «Los antiguos altos cargos que parecen estar del lado de gobiernos criminales no pueden contar con el apoyo de este Estado».

Desde el Gobierno

Lindner también pidió que se reorganice de forma general la dotación de cargos y empleados a los excancilleres y presidentes federales. «Sería aconsejable normalizar los equipos de los antiguos titulares de altos cargos y reducirlos con el tiempo. En este contexto, también habría que hablar de una especie de código de honor en lo que respecta al comportamiento», reclamó.

La coalición CDU/CSU también solicitó que Schröder sea incluido en la lista de sanciones de la UE contra aquellos individuos que mantienen lazos estrechos con el régimen de Putin.