Tres grandes coaliciones se preparan para las elecciones generales italianas

La política se ha convertido en protagonista absoluta de este verano italiano. Los medios no hablan de otra cosa y la gente, en los bares y en la calle, ya no solo comenta los planes para las vacaciones o los problemas del día a día, sino también la campaña para las elecciones del 25 de septiembre. No es fácil comprender las extrañas estrategias de los partidos.

Están surgiendo tres coaliciones. La primera, y la que tiene más posibilidades de ganar es la de centroderecha. Su eje es el ultranacionalista Hermanos de Italia, liderado por Giorgia Meloni, que en las encuestas se sitúa en torno al 25 %. El partido lleva en la oposición desde las primeras elecciones tras su fundación, en el 2013, y es muy popular entre los votantes de derechas, especialmente en el sur y en Roma, su bastión.

Muchos temen las posiciones demasiado derechistas de Meloni. La líder de Hermanos de Italia es una gran admiradora del primer ministro húngaro Viktor Orbán, así como de Vox. El martes, Rino Formica, histórico miembro del Partido Socialista Italiano, advirtió en una entrevista con el diario Repubblica que Italia corre el riesgo de acabar como la Hungría de Orbán con Meloni de primer ministro.

Silvio Berlusconi, líder del pequeño partido liberal Forza Italia y aliado de Hermanos de Italia, también está preocupado. No quiere que Meloni lidere la coalición, ni que se convierta en jefe del Gobierno si la coalición de centroderecha gana. Prefiere a Antonio Tajani, muy conocido en Bruselas porque fue presidente del Parlamento europeo entre el 2017 y el 2019, y mano derecha de Berlusconi. Hace unos días Tajani dijo: «Necesitamos un equipo, no un solo hombre o mujer al mando».

La fuerza de Meloni

Pero en las encuestas el partido de Meloni vale más que Forza Italia y Liga juntos, y según han adelantado algunos participantes a la reunión de los líderes de los tres partidos de la coalición de centroderecha el miércoles por la tarde, parece que se ha impuesto la línea de Hermanos de Italia, es decir, que quien gane más votos sea primer ministro.

Aun así, varios barones de Forza Italia no aceptan el programa de Hermanos de Italia y el partido de Berlusconi sigue perdiendo parlamentarios y votantes precisamente por su alianza con Meloni. «¿Qué pasaría en España si el PP estuviera en una coalición en la que mandara Vox?», dice a La Voz un empresario de Milán que vota a Silvio Berlusconi desde 1994.

En el centroizquierda, el Partido Demócrata (PD), liderado por Enrico Letta, intenta crear una amplia coalición orientada al centro, e incluso está dispuesto a aceptar a exmiembros de Forza Italia. Letta, el influyente alcalde de Milán, y el ministro de Asuntos Exteriores Luigi Di Maio (exlíder del Movimiento 5 Estrellas y ahora partidario entusiasta de Mario Draghi) se reunieron el martes en Milán.

Para mantener en pie la coalición de centroizquierda, los tres consideran imprescindible defender la llamada «Agenda Draghi», es decir, el programa de reformas lanzado por el expresidente del BCE que la Liga, Forza Italia y el Movimiento 5 Estrellas (M5E) tumbaron la semana pasada.

Y luego está el M5E, que está dialogando con los pequeños partidos de la extrema izquierda: el PD ha dejado definitivamente claro que la alianza con el M5E está rota de manera «irreversible», como dijo Letta, así que la única posibilidad de sobrevivir para el líder del M5E, Conte, es atraer a los votantes de izquierda descontentos con el giro al centro del PD. Pero todo está por ver: en función de cómo estén los sondeos dentro de unas semanas, el líder del PD podría cambiar de opinión.