Teodoro Obiang jura como presidente de Guinea Ecuatorial por un sexto mandato

Teodoro Obiang fue hoy investido como presidente de Guinea Ecuatorial para un sexto mandato de siete años en una ceremonia en la capital del país, Malabo, tras ganar las elecciones que celebró el país el pasado 20 de noviembre, una votación cuestionada por la comunidad internacional y la oposición. «Se suele decir que la voz del pueblo es la voz de Dios. El pueblo de Guinea Ecuatorial me ha votado masivamente en los comicios electorales. Creo que esta manifestación del pueblo representa la voluntad del Creador», dijo Obiang tras jurar el cargo ante cientos de personas reunidas bajo carpas en el paseo marítimo de Malabo.

«En este nuevo Gobierno perseguiremos con dureza a los infractores aplicando la ley y la disciplina», dijo el presidente ecuatoguineano, al condenar la «lacra» de la corrupción. Asistieron a la ceremonia líderes de diversos países y organismos, incluyendo los presidentes de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa; Burundi, Évariste Ndayishimiye; República Del Congo, Denis Sassou Nguesso; Santo Tomé y Príncipe, Carlos Vila Nova; y República Centroafricana, Faustin Archange Touadéra. Asimismo, enviaron representantes al acto países como Costa de Marfil, Egipto, Gabón, Marruecos, Camerún, Uganda, Chad, Serbia, Catar, Cuba, Venezuela e Italia, entre otros, además de la Unión Africana (UA) y la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC).

«Tanto durante el sistema monolítico como en el pluralismo (el multipartidismo fue instaurado en 1991), el pueblo de Guinea Ecuatorial siempre me ha venido apoyando abrumadoramente con al menos el 90 % de los votos a favor de mi candidatura», señaló el jefe de Estado en su discurso, al que siguió un desfile militar.

Obiang ganó los comicios con un 94,9 % de los sufragios, según un escrutinio oficial, aunque el número de votos válidos en ese recuento era inferior al del total de los tres candidatos que pugnaban por la Presidencia. El mandatario recibió 405.910 de los 411.081 sufragios válidamente emitidos como candidato del gubernamental Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), que concurrió a los comicios coaligado con 14 formaciones políticas.

Siempre de acuerdo con el recuento oficial, en segundo lugar quedó con 9.684 votos Andrés Esono, candidato de Convergencia Para la Democracia Social (CPDS, única fuerza política de verdadera oposición autorizada); y en tercera y última posición, con 2.855 sufragios, se situó Buenaventura Monsuy Asumu, líder del Partido de la Coalición Social Demócrata (PCSD, tradicionalmente afín al PDGE).

Los ecuatoguineanos también eligieron los 100 parlamentarios de la Cámara de Diputados (Cámara Baja) y 55 de los 70 miembros del Senado (Cámara Alta), así como a los representantes municipales del país. El PDGE obtuvo los 100 escaños de la Cámara de Diputados y los 55 del Senado, así como 588 concejales, sin que CPDS y PCSD consiguieran representación en esas votaciones.

«Atribuirse el 100 % de escaños en todos los puestos del país, tanto en el Senado, Cámara de los Diputados y ayuntamientos, demuestra que Obiang es un dictador de la peor calaña», subrayó Esono a EFE tras publicarse los resultados oficiales. Aunque los observadores de la UA consideraron que los comicios cumplieron con las «normas internacionales», el Gobierno de Estados Unidos expresó «dudas serias» sobre los resultados «dado el peso de las irregularidades observadas».

Asimismo, la Unión Europea (UE) afirmó que el contexto de la votación no fue «propicio para unas elecciones democráticas, pluralistas y participativas». Con Obiang al frente, Guinea Ecuatorial ha hecho grandes inversiones en infraestructuras merced a la riqueza petrolera del país, principal fuente de ingresos del Estado.

Sin embargo, sus detractores le reprochan haberse beneficiado él y sus allegados de la explotación del crudo, mientras una mayoría de la población ecuatoguineana vive en la pobreza. Las organizaciones pro derechos humanos también acusan al régimen de ser uno de los más represivos y corruptos del mundo. Obiang, de 80 años, es el presidente que lleva más tiempo en el poder del mundo, ya que gobierna desde 1979, cuando derrocó a su tío Francisco Macías en un golpe de Estado.