Nicola Sturgeon dimite como ministra principal de Escocia
Internacional
La imposibilidad de convocar un referendo legal de independencia y la polémica por la ley trans ponen fin a su carrera política
15 Feb 2023. Actualizado a las 12:49 h.
Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia, ha anunciado este miércoles su dimisión tras más de ocho años en el cargo, un período en el que se ha enfrentado a la salida de Reino Unido de la UE y a las constantes reivindicaciones de un nuevo referendo independentista. Sin embargo, la cuestión que ha minado su mandato en los últimos meses ha sido la aprobación de la ley trans que, envuelta en la polémica política y también social, permite iniciar el cambio legal de género a los 16 años -frente a los 18 de la legislación británica- y sin necesidad de un informe médico previo que reconozca la disforia.
El debate abierto llevó incluso a Londres a anunciar el bloqueo del texto que ya había recibido luz verde en el Parlamento escocés, un movimiento inédito que dejó a Sturgeon, de 52 años, muy debilitada. Ella ha defendido en una rueda de prensa que la decisión no estaba vinculada a problemas recientes. «En mi mente y en mi corazón sé que ha llegado el momento, que es el momento adecuado para mí, para mi partido y para el país», ha dicho en su intervención.
Pero lo cierto es que la líder independentista, afiliada al Partido Nacional Escocés (SNP) desde que era una adolescente, se ha enfrentado a un reguero de críticas por la ley trans, que fue aprobada en diciembre. Pero la puntilla al debate generado en ciertos sectores de la sociedad y también de la política lo recibió hace un mes del Gobierno de Rishi Sunak, cuando decidió frenar la nueva norma e impedir que fuera ratificada al considerar que podía tener «un impacto adverso en el funcionamiento de la legislación sobre igualdad en Reino Unido», explicó entonces el ministro británico para Escocia, Alister Jack. El caso de una mujer transexual condenada por violar a mujeres antes de su cambio de género que fue enviada a una prisión femenina -y después trasladada a otra de hombres- solo echó más fuego a la controvertida legislación y Sturgeon se comprometió a revisar la gestión de los reclusos trans.
La popularidad que acompañaba a la primera ministra escocesa, sobre todo a raíz de su gestión de la pandemia, muy diferente a las políticas de su vecino Boris Johnson, se esfumó poco a poco con la ley trans y una encuesta publicada recientemente en The Sunday Times advertía de que un 42 % del electorado creía que debía dimitir.
La líder independentista, que defiende la convocatoria de un nuevo referendo, otra cuestión que la ha enfrentado con Londres, había destacado por ser la política que más tiempo ha permanecido en el cargo. De hecho, tras los últimos comicios, en mayo del 2021, logró una nueva mayoría en el Parlamento regional junto a los ecologistas.
Su heredero al frente del Gobierno de Edimburgo no tiene un nombre claro y la propia Sturgeon ha asegurado en la rueda de prensa donde ha confirmado su dimisión que seguirá en su puesto hasta que se encuentre un sucesor.
La todavía primera ministra de Escocia llegó al poder en el otoño del 2014 como sustituta de Alex Salmond tras el fracaso de la primera consulta en torno a la independencia (el 55 % de los votantes se mostró a favor de seguir dentro de Reino Unido). Sturgeon reanudó esa lucha, sobre todo, tras el brexit, al que los escoceses se opusieron de forma contundente.