La Voz de Galicia

Putin visita la devastada ciudad de Mariúpol en una «visita de trabajo»

Internacional

La Voz Redacción

Una de sus paradas fue en el reconstruido teatro, escenario de una de las peores matanzas de la guerra. Kiev acusa a Putin de hacer una visita con nocturnidad para ocultar una ciudad «completamente destruida»

19 Mar 2023. Actualizado a las 22:24 h.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha viajado este domingo a la ciudad ucraniana de Mariúpol en una «visita de trabajo» para «inspeccionar algunos lugares de la ciudad y hablar con los residentes», según ha informado la agencia rusa de noticias TASS y recoge Europa Press.

El presidente habría viajado en helicóptero, según ha explicado el servicio de prensa del Kremlin a la agencia, y habría conducido un vehículo por las calles de la ciudad, haciendo varias paradas en diferentes lugares. En el vídeo distribuido se ve cómo va Putin al volante y el viceprimerministro ruso Marat Khusnullin le va hablando desde el asiento del copiloto. Las imágenes que han hecho llegar también recogen la visita a un edificio de apartamentos recientemente construido y la charla de Putin con algunos de los residentes, todo indica que previamente seleccionados. Al final del vídeo también se ve cómo Putin prueba las butacas del reconstruido teatro de Mariúpol, escenario de una de las peores matanzas de la guerra, calificado por Amnistía Internacional como un claro crimen de guerra y un ataque deliberado contra un objetivo civil. Según una investigación de la agencia AP en esta masacre murieron unas 600 personas que estaban refugiadas en este lugar. 

Las autoridades ucranianas acusaron hoy al presidente ruso, Vladímir Putin, de visitar Mariúpol, en el este de Ucrania, aprovechándose de la nocturnidad para ocultar la realidad de una ciudad totalmente destruida por su ejército y para evitar «miradas indiscretas». «Como corresponde a un ladrón, Putin visitó la ciudad ucraniana de Mariúpol encubierto en la nocturnidad», apunta el ministerio de Defensa, a través de su cuenta en twitter. Lo hizo, en primer lugar, porque es más seguro y porque además la oscuridad le permitió resaltar «lo que quiere mostrar», prosigue el tuit, según el cual se mantiene oculta la realidad de una ciudad «completamente destruida» y sin miradas indiscretas de sus pocos supervivientes.

Esta visita sorpresa a la ciudad costera de Mariúpol, que fue en su día objeto de un ataque feroz por parte de Rusia, con jornadas de más de cien bombardeos diarios, es la continuación del viaje que este sábado el presidente ruso comenzó en Crimea, en el noveno aniversario de la anexión de la península. Moscú fortifica a marchas forzadas la zona ante el temor de que los combates que se libran en el este y sur de Ucrania se extiendan a ese territorio, que Kiev se propone recuperar.

El Kremlin, según informa Efe, mantuvo en secreto el viaje del mandatario hasta el último momento e incluso jugó al despiste: el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, anunció que este sábado Putin solo tenía previsto participar por videoconferencia en la inauguración de un centro cultural.

El presidente ruso visitó la Escuela de Arte y el centro infantil Korsun en Quersoneso, en las afueras del puerto de Sebastopol, la principal base de la Flota rusa del mar Negro.

Según el gobernador de Sebastopol, Mijaíl Razvozháev, todo estaba dispuesto para la videoconferencia, pero finalmente el presidente llegó en persona. «En coche. Él mismo venía al volante. En este día histórico el presidente siempre está con Sebastopol y la gente de Sebastopol. Nuestro país tiene un líder increíble», escribió el gobernador en su canal de Telegram.

Este jueves el líder de Crimea, Serguéi Axiónov, afirmó que tras los trabajos de fortificación que se llevan a cabo en la península, Ucrania no podrá hacerse con su territorio. «Ellos [los ucranianos] entienden que no tienen ninguna posibilidad de tomar Crimea después de las medidas que se llevan a cabo por orden del presidente [Putin]», dijo Axiónov en declaraciones a la televisión local.

El líder crimeo destacó que los habitantes de la península comprenden la necesidad de que llevar a cabo estos trabajos y no se quejan por las incomodidades que pueden suponer.

«Desde luego no podemos dar detalles. Lo único que puedo decir es que las órdenes del presidente serán cumplidas y que los crimeos pueden estar seguros de que península tiene una defensa fiable», aseguró una entrevista el periódico Izvestia con motivo del aniversario de la anexión. Axiónov expresó su confianza en que las fortificaciones no serán necesarias, pero añadió: «Más vale prevenir que curar».

De la misma opinión es, por lo visto, la Flota rusa del mar Negro, que este viernes efectuó ejercicios de sembrado de minas a lo largo del litoral de Crimea. Según un comunicado de la Flota, el buque Ingushetia sembró minas de instrucción, sin carga explosiva, en las «rutas de posibles acciones de las fuerzas enemigas en las proximidades de la costa de la península de Crimea.

En tierra, en el este de Ucrania, los combates no pierden intensidad.

La marcha de la ofensiva

Según informó este sábado el mando militar ucraniano, las tropas rusas intentan cercar Avdiivka y Mariinka, ciudades satélites de Donetks, la capital de la autoproclamada república popular homónima.

«En la pasada jornada el enemigo intentó atacar posiciones [ucranianas] en la zona de Avdiivka y Mariinka, pero sin ningún éxito. Ayer [viernes] perdió cerca de dos compañías de efectivos, entre muertos y heridos», dijo el portavoz militar Oleksiy Dmytrashkovsky en el maratón televisivo nacional ucraniano.

Destacó que el principal objetivo de las fuerzas rusas en estos momentos es rodear Avdiivka, que se encuentra a apenas 5 kilómetros de los suburbios norte de Donetsk.

El jefe de la administración militar ucraniana de la región de Donetsk, Pavló Kyrylenko, afirmó que los niveles de destrucción en la zona próximas al frente son «increíbles».

«Si hablamos de Avdiivka, la ciudad está destruida casi totalmente. Nuestra ciudad-fortaleza Bajmut está destruida en más del 80 %», añadió.

Según Kyrylenko, ante la imposibilidad de capturar las ciudades próximas a la primera línea las fuerzas rusas emplean la táctica de «tierra quemada» y usan todo tipo de armamento para destruir todas las infraestructuras.

 

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