Las reliquias usadas en la coronación

Carlos III es rey del Reino Unido desde que falleció su madre, Isabel II, el pasado 8 de septiembre del 2022. Sin embargo, con su fastuosa coronación de este sábado, el monarca formalizó su doble rol: jefe del Estado británico y de la Iglesia anglicana. Y para ello en la ceremonia, única en su clase en Europa, se siguieron unos ritos que se vienen repitiendo, de manera casi inalterada, desde hace un milenio y que estuvieron acompañados por objetos de una enorme carga histórica y simbólica, pero que también generan controversias.

Una de esas polémicas piezas es una antigua piedra arenisca de unos 152 kilos, la cual desde el siglo XIII se coloca debajo de la llamada «silla de la coronación», sobre la que han sido coronados casi todos los reyes ingleses, y luego británicos, desde Enrique IV.

La llamada Scone of Stone o Piedra del Destino es un antiguo símbolo de la monarquía escocesa, que tiene vínculos con Irlanda y España, en particular con A Coruña, a donde, según la leyenda, llegó y desde esta ciudad se trasladó hasta Escocia. Sobre esta piedra «se inauguraban los reyes escoceses», explicó a La Voz de Galicia, el historiador de las universidades de Oxford y Oviedo, Mark Guscin.

El experto, autor del libro La Piedra del Destino: Historia y Leyenda, aseguró que la roca «estuvo en Escocia hasta el año 1296, cuando el rey Eduardo I la llevó a Londres», previa invasión del vecino del norte. «Llevar la piedra a Londres fue una manera de demostrar la fuerza superior de Inglaterra», agregó.

Durante siete siglos la losa permaneció en la Abadía de Westminster, hasta que unos jóvenes nacionalistas escoceses la robaron en la Nochebuena de 1950. Meses después apareció dañada, por lo que fue reparada. En 1996 el entonces premier John Major la devolvió a Escocia, con la condición de que fuera prestada para las coronaciones como la acaba de tener lugar. Sin embargo, el exministro principal de la región, el independentista Alex Salmond, llegó a pedir al Gobierno de Edimburgo no cederla, en represalia por la negativa del Ejecutivo británico a permitir un segundo referendo sobre la independencia escocesa.

¿Una reliquia religiosa?

Otras versiones aseguran que la piedra proviene de Tierra Santa y afirman que en ella durmió Jacob. Y que uno de los hijos del patriarca bíblico trasladó la losa a Egipto, desde donde partió luego hacia España con ayuda de los fenicios. En algún momento del año 700, Simón Brech, hijo del rey hispánico Milón, llevó la piedra en su invasión a Irlanda y de allí pasó a Escocia.

Esta teoría es puesta en duda por Guskin. «Es una leyenda bíblica, pero no tiene que ver con la historia», dijo, al tiempo que agregó: «La piedra más bien es un objeto simbólico y no religioso, se utilizaba en las coronaciones para demostrar la superioridad de Inglaterra sobre Escocia, al menos hasta 1625 cuando se unieron las dos coronas».

El historiador admitió que al poner en duda esta versión también se cuestiona la presencia de la piedra en A Coruña. Sin embargo, restó importancia a esto. «Como Hércules y Gerión, como Breogán, es una leyenda más de la ciudad; y las leyendas son más bonitas que la historia», dijo, al tiempo que propuso al Ayuntamiento «hacer una copia de la piedra y exponerla».

¿La Vera Cruz?

Otra reliquia presente en la coronación de Carlos III fue un trozo de la llamada «Vera Cruz», el madero en el que se cree que los romanos clavaron a Jesús. El fragmento fue regalo del papa Francisco al monarca y fue incorporado a un relicario de plata, madera y pizarra que encabezó la procesión con la que inició la ceremonia y que irá a Gales.

De acuerdo con la tradición cristiana Santa Helena, madre del emperador Constantino, halló la cruz durante las excavaciones que realizó en el siglo IV en Jerusalén. Hoy, en el mundo hay decenas de iglesias, templos y conventos que aseguran tener fragmentos de dicha reliquia. Los expertos dudan de la autenticidad de estas reliquias

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