La Voz de Galicia

¿Qué se sabe de la desaparición del submarino Titan?

Internacional

G. Vázquez Redacción / La Voz
Imagen de archivo del Titan unido a la plataforma con la que consigue sumergirse

El sumergible desapareció el domingo con cinco pasajeros que viajaban en el pequeño artefacto con el objetivo de ver los restos del Titanic. La guardia costera de EE. UU. ha anunciado este jueves que se han descubierto unos escombros cerca del área de búsqueda. Un gran dispositivo continúa trabajando en la zona, a pesar de que el oxígeno en el interior de la nave ya se habría agotado

22 Jun 2023. Actualizado a las 19:01 h.

Sigue la búsqueda del submarino Titan, el sumergible turístico que desapareció el domingo a 700 kilómetros de Terranova cuando se dirigía al lecho marino para explorar los restos del Titanic.

El dispositivo continúa este jueves a pesar de que, según los cálculos de los expertos, los cinco tripulantes ya no tendrían oxígeno en el habitáculo. La Guardia Costera ha anunciado que se ha descubierto un campo de escombros dentro del área de búsqueda cerca del Titanic», donde se están llevando a cabo las labores de rescate del sumergible. Los expertos de EE.UU. y Canadá, reunidos en un centro de coordinación de operaciones en Boston, están ahora tratando de determinar a qué corresponden esos escombros

El contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera de EE.UU., afirmó este jueves en una entrevista con la NBC que la búsqueda y el rescate continúa con la llegada de «nueva capacidad». Pese a lo «particularmente complejo» de la misión, apuntó, «la voluntad de vivir de las personas también debe tenerse en cuenta», por lo que se continuará «buscando y procediendo con los esfuerzos de rescate», afirmó. Así, más embarcaciones de alta tecnología y personal médico se están trasladando al sitio de búsqueda en unas horas críticas.

Este miércoles la Guardia Costera de Estados Unidos informaba de que una aeronave había detectado ruidos submarinos en el área, pero esa pista no dio sus frutos. «Miren, necesitamos mantener viva la esperanza, pero no puedo decirles lo que eran esos sonidos», apuntaba ayer el capitán Jamie Frederick en una comparecencia ante los medios. 

¿Qué es el Titan?

Titan es un sumergible de seis metros y medio de largo desarrollado por una empresa especialista en prospecciones submarinas llamada OceanGate. Se usa sobre todo en exploraciones científicas, pero desde el 2021 el batisfafo se ha usado para viajes turísticos. Titan en un submarino con capacidad para cinco personas y no tiene ni radio ni GPS. Está equipado, eso sí, con cámaras de vídeo 4K con las que se realizan grabaciones de alta calidad para registrar todos los detalles del lecho marino. Mike Reiss, escritor y productor que trabajó en «Los Simpsons», y que realizó el mismo viaje en el 2022, lo definió en su pódcast como una «minifurgoneta».

La nave, de 10,5 toneladas, pertenece a la clase Cyclops y puede llegar a 4.000 metros de profundidad a una velocidad máxima de 3 nudos, es decir, 5,5 kilómetros por hora. OceanGate presume de su alta movilidad, la mejor que cualquier otra nave de inmersión profunda. La firma remarca además sus niveles de seguridad (porque evalúa de forma constante el estado de su casco) y la calidad de sus materiales, «los más innovadores». 

El espacio en el interior es reducido y está adaptado para el piloto y cuatro pasajeros. Los turistas son obligados a descalzarse y sentarse con las piernas cruzadas en el mismo suelo, ya que no hay asientos dentro del cilindro de 670 centímetros de largo. La nave tiene visión hacia las profundidades gracias a una gran claraboya frontal, pero solo pueden ver el exterior por turnos. Los demás pueden observar el fondo marino a través de pantallas que conectan con cámaras en la superficie del aparato. Asimismo, el Titan cuenta con una cortinilla negra que separa la letrina del espacio donde se sientan los tripulantes: el váter es una pequeña caja negra.

Mucho se ha hablado de que en el sumegible hay piezas que parecen improvisadas. La más comentada, el control, un mando de videojuego, cuyo diseño se asemeja a uno de los característicos controles de Xbox o PlayStation. El consejero delegado de OceanGate, Stockton Rush, explicó en su momento que lleva dos controles de repuesto «por si acaso». Los expertos apuntan a que el uso de ese sistema no es sorprendente. Se trata de uno de los controladores más extendidos en el manejo de robots submarinos por su carácter intuitivo y fiabilidad. La industria aeroespacial aplica la misma metodología con determinados procesadores en sus naves y los militares han ido incorporando progresivamente los joisticks a sus arsenales. 

 

¿Cómo fue el viaje?

El objetivo de este viaje pasaba por ver de cerca en el lecho marino los restos del Titanic. Los tripulantes pagaron cada uno por la expedición 250.000 dólares (228.000 euros) y salieron el viernes 16 de junio de San Juan de Terranova, que se encuentra a unas 400 millas del histórico pecio. Hasta ese punto los viajeros llegaron a bordo del buque de investigación Polar Prince, que es un rompehielos. Una vez en el lugar exacto, el Titan se coloca en una plataforma flotante sobre el océano. Los tanques de la plataforma se llenan de agua para hundir la nave unos diez metros. Tras despegarse de la plataforma, el submarino se hunde gracias a unos lastres, pesos que se sueltan en el momento de volver a la superficie.

Aunque la travesía no disfrutó de buen tiempo, las condiciones mejoraron para el día señalado. El submarino hizo la inmersión el domingo a las 18.00 horas y al poco tiempo se perdió la comunicación. Estaban a unos 2.000 metros de profundidad cuando se desconectaron de la nave nodriza. Para facilitar el contacto entre ambas embarcaciones, OceanGate había contratado el sistema Starlink de Elon Musk, que proporcionaba internet y las comunicaciones necesarias a bordo. Los restos del Titanic eran la meta. El pecio se encuentra a 3.900 metros de profundidad y a 600 kilómetros de la costa de Terranova.

Antes de comenzar la travesía, los viajeros firmaron un largo documento de renuncia que menciona la posibilidad de muerte tres veces en la primera página. También que el viaje es de carácter experimental. 

¿Cómo es el dispositivo de búsqueda?

Las alarmas saltaron cuando apenas dos horas después de sumergirse, se le perdió la pista al submarino. No funcionaban los sistemas de comunicaciones ni el de ubicación. Casi dos horas después de dar la alerta comenzaba el rastreo en el que se está usando un vehículo operado por control remoto en la última ubicación que se conoce del sumergible. Buques de la Marina estadounidense, que coordina la operación, y barcos privados se han unido a la búsqueda. A bordo llevan cámaras y sonares. Uno de los principales problemas es que muy pocos países cuentan con tecnología de rescate este tipo, es decir, submarinos. Para suplir esta falta, el Deep Energy, un buque de colocación de tuberías, está colaborando en las tareas con un robot de exploración bajo el mar. Francia va a colaborar con el Atalante, un buque que cuenta con un dispositivo submarino similar.

Aviones y busques, tanto de la fuerza estadounidense como privados, están buscando al TitanUS COAST GUARD HANDOUT | EFE

El propio Polar Prince, que llevó al Titan hasta el punto de inmersión, sigue en la zona y OceanGate intenta trasladar a la zona un sumergible propio que puede llegar hasta los 6.000 metros de profundidad.

El miércoles se detectaron ruidos submarinos, pero la pista no fue suficiente. Este jueves, ya en fase crítica y sin tiempo de oxígeno para los tripulantes, el dispositivo sigue trabajando. 

¿Dónde les están buscando?

Los responsables del dispositivo han asegurado que se está intentando localizar la nave a 400 millas de Terranova y en un área de 20.000 kilómetros cuadrados, tanto en la superficie como bajo el océano. Los ruidos submarinos detectados el miércoles han dado lugar a la esperanza, pero los expertos en rescate no le dan especial validez. 

El responsable de la Woods Hole Oceanographic Institution Carl Hartsfield describió el miércoles en una rueda de prensa que esos ruidos son como «sonidos de golpes». Destacó que el océano es un lugar «muy complejo» por lo que es muy difícil discernir el origen de esos ruidos, pero destacó que los equipos de rescate tienen «sensores múltiples» y que la información está siendo enviada a «los mejores en el mundo», gente que analiza esos datos, que a su vez mandan el resultado de su análisis a los responsables de la operación para que tomen decisiones.

Imagen de archivo del interior de la naveDPA | EUROPAPRESS

¿Cuánto aire les queda en el interior?

Este es el principal motivo que ha hecho de esta búsqueda una misión agónica. La estimación inicial eran 96 horas de aire respirable en el interior. Es decir, el límite para el rescate estaba en el jueves a mediodía por lo que el tiempo se ha agotado. 

A la escasa reserva de aire se le une otra circunstancia, el frío que se registra en esas profundidades del océano. Según informa Colpisa, Titan dispone de monitores que además de controlar el estado de la nave y la presión del agua, también controla el estado de los pasajeros para evitar problemas derivados de una crisis de ansiedad. Aparte de los sistemas de renovación del aire y de mantenimiento de la presión interna, el tercer sistema clave del sumergible es la calefacción. Todo ha sido revisado por la NASA y expertos en la materia. A una profundidad donde el agua oscila entre 1 y 3 grados, un fallo significaría una caída brusca de la temperatura dentro de la cápsula, capaz de provocar una hipotermia fatal entre los ocupantes. La propia estrechez del habitáculo impide llevar mantas o ropa de abrigo, aunque el casco de carbono supone alguna mejora respecto al metal en la transmisión del frío.

Las escasas dimensiones de la nave también complica su rastreo y, en el caso de ser localizada, los expertos dudan que puedan recuperarla a tiempo por su peso, más de 10 toneladas.

¿Dónde podría encontrarse?

Todas las esperanzas de los expertos es que el submarino esté en la superficie o cerca de ella, pero no hay nadie que se aventure a decir dónde se puede encontrar. Uno de los grandes problemas es que no se puede contactar con la tripulación. Tampoco está sujeto a la nave nodriza por cable alguno. Alistair Greig, profesor de la University College London, y experto en sumergibles asegura que en la ubicación está la clave. Lo que tiene claro es que es poco probable que esté en el medio. O se encuentra en la superficie o en el fondo. Otra posibilidad es que el casco se haya visto comprometido y haya una fuga. «Entonces el pronóstico no es bueno», explicó el experto en una entrevista en la BBC.

Según recoge Colpisa, los rescatistas consideran el escenario de que la nave hubiera quedado atrapada dentro de los restos del Titanic o incluso enganchada a una red de pesca que le estaría impidiendo subir a la superficie. Hace unos años, otro sumergible parecido pasó graves apuros al quedar encajado varios minutos entre el casco y un propulsor del legendario pecio.

¿Quién viaja dentro del sumergible?

En el Titan van cinco personas. El empresario pakistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman, así como el explorador británico Hamish Harding, viajan en el submarino turístico. Dawood vive con su familia en el Reino Unido y patrocina el Instituto SETI, cuya misión es explorar y entender el origen del universo, mientras que Harding es presidente de la firma de aviones Action Aviation y conocido por haber viajado al espacio. Las otras dos personas son el explorador francés Paul-Henry Nargeolet y el propio consejero delegado de OceanGate, Stockton Rush. 

¿Es la primera vez que se hace esta expedición?

No es la primera vez que se realiza este viaje de lujo que dura ocho días y siete noches. Con cada grupo va el piloto y un experto en el mítico naufragio del Titanic. Esta expedición ya se realizó en el 2021 y el 2022. Precisamente el año pasado viajó a bordo el periodista David Pogue, que contó la experiencia en un programa especial de la CBS. Él es uno de los testigos que aseguran que Titan estuvo perdido durante más de dos horas. «No hay refuerzos, no hay vía de escape, es llegar a la superficie o morir», aseguró el reportero que sí consiguió llegar al lecho marino junto a sus compañeros en un segundo intento.

Las voces de expertos acerca de que el sumergible no era seguro no paran de multiplicarse. Como informa Colpisa, en su carrera por el turismo de lujo, Stockton Rush, fundador y jefe ejecutivo de la firma, había desestimado los análisis de sus propios expertos que le advirtieron del peligro que suponía la nave para sus ocupantes. Hasta el punto de despedir al director de operaciones marinas, David Lochridge, que en 2018 escribió un informe interno denunciando la necesidad de hacer más pruebas antes de «arriesgar» la vida de los turistas en «profundidades extremas», según contó este en una demanda interpuesta en un tribunal de Seattle.

 


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