Rusia confirma la muerte de Prigozhin en un accidente aéreo dos meses después de su rebelión contra el Kremlin

Cuando fracasó la rebelión militar de los mercenarios de Wagner contra el Kremlin, muchos analistas dieron por hecho que la muerte de Yevgueni Prigozhin solo era cuestión de días o quizás meses. Visionarios o tan solo veteranos expertos que saben como se las gastan en Moscú no debieron de sorprenderse este miércoles cuando fuentes oficiales rusas dieron por muerto al fundador del Grupo Wagner en un accidente aéreo cerca de Moscú. Ahora solo hacen falta pruebas que confirmen la muerte del chef de Putin, llamado así por su primer trabajo en el Kremlin, y que se trató de un mero accidente.

La agencia rusa Tass hizo saltar noticia, a media tarde de este miércoles, cuando recogió de la agencia de aviación civil estatal, Rossaviatsia, que Prigozhin figura en la lista de pasajeros de un avión privado Embraer que se había estrellado en la región de Tver, al norte de Moscú. En el accidente, perecieron sus diez ocupantes: tres pilotos y siete pasajeros, según confirmó poco después el Ministerio para Situaciones de Emergencia. Entre ellos se encuentra la mano derecha de Prigozhin, Dmitri Utkin, y segundo del grupo Wagner.

El canal de Telegram vinculado al grupo Wagner Gray Zone daba por muerto a Prigozhin y señalaba que el avión había sido derribado por la defensa antiaérea rusa. Otros medios afines apuntaban a un atentado con bomba o a un ataque de un dron ucraniano.

El avión privado Embraer, propiedad de Wagner, había despegado del aeropuerto moscovita de Sheremetyevo en dirección a San Petersburgo, localidad natal de Prigozhin. Llevaba escasos 30 minutos de vuelo antes de caer cerca de Kuzhenkino, a menos de 200 kilómetros de Moscú, e incendiarse.

Cuerpos carbonizados

Los cadáveres recuperados de las restos de avión tardarán en ser identificados. Según recoge Efe de la agencia oficial RIA Novosti, los cuerpos están totalmente carbonizados, así que serán necesarias pruebas de ADN para confirmar su identidad. Rossaviatsia informó que «se ha abierto una investigación sobre la catástrofe del avión, en la que también estará implicado el gobernador de Tver, Ígor Rudenia.

Hace solo dos días, Prigozhin publicaba desde algún lugar de África su primer videomensaje en las redes sociales tras la fallida rebelión de junio. Ademas, justo este miércoles el Kremlin confirmó la destitución del general Serguéi Surovikin como jefe de las Fuerzas Aeroespaciales tras meses de especulaciones por su posible papel en el fallido motín como estrecho aliado de Prigozhin que era.

Tras la rebelión, el grueso de mercenarios se trasladó a Bielorrusia y Vladimir Putin rompió lazos con su antiguo socio, al menos en público. Sin embargo, Prigozhin anuncia en su vídeo desde la sabana africana que Wagner iba a hacer que Rusia fuese «aún más grande en todos los continentes» y que sus militares vuelvan «cuando la patria lo requiera». «Si se confirma [la muerte], a nadie debería extrañarle», apuntaba la portavoz del consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Francia duda sobre lo ocurrido

El portavoz del Gobierno francés, Olivier Veran, señaló este jueves que «se pueden tener dudas razonables» sobre lo ocurrido con el avión que se estrelló el miércoles en Rusia en el que se cree que viajaba el líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin.

En una entrevista, Veran insistió en que no se conocen las condiciones en que ocurrió el siniestro del aparato, en el que se supone que murió el jefe de esta milicia de mercenarios vinculada al poder ruso.

Más allá de esa cuestión, el portavoz francés señaló que «Progozhin deja tras de sí cementerios y un desorden terrible en buena parte del globo», como en África o en Ucrania, que «es el hombre de los trabajos sucios de Putin» y que su actividad es «indisociable» de la política del presidente ruso.

Reino Unido «observa de cerca» las informaciones

Mientras que un portavoz del Gobierno británico ha declarado que están «siguiendo de cerca la situación», una fuente citada por The Daily Telegraph ha sugerido que es casi seguro que el avión haya sido derribado por la agencia de Inteligencia de Rusia, el FSB, actuando por orden del presidente, Vladimir Putin.

La presidenta conservadora del Comité de Exteriores de la Cámara de los Comunes, Alicia Kearns, ha sugerido que la velocidad con la que las autoridades rusas han confirmado que Prigozhin estaba en el avión «debería decirnos todo lo que necesitamos saber». «Los informes de que la defensa aérea rusa ha derribado el avión sugieren que Putin está enviando un mensaje muy fuerte», ha indicado Kearns, a través de su perfil de Twitter, donde ha remarcado que «para Putin hay un pecado imperdonable» que es la traición.

Keir Giles, experto de Rusia del think tank Chatham House, ha pedido cautela respecto de los informes sobre la muerte de Prigozhin, ya que este había tomado estrictas precauciones de seguridad, que incluían el hecho de tener personas que viajaban bajo su nombre para desviar la atención sobre su verdadero paradero.

Así, ha subrayado que hasta que no haya una «certeza absoluta» de que está muerto, no habría que descartar otras situaciones. Además, el experto ha señalado que no espera que Rusia sea sincera sobre lo sucedido con el avión derribado.

La respuesta de Biden

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo no sentirse sorprendido por el accidente. «No tengo información concreta sobre lo que ha sucedido, pero no me sorprende», manifestó en declaraciones a la prensa. También aprovechó para mencionar al presidente de Rusia, Vladimir Putin, aunque no llegó a acusarlo directamente del avión siniestrado.

«No hay mucho que pase en Rusia en lo que el Putin no esté detrás, pero no tengo suficiente información para saber la respuesta», agregó Biden.

El asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, habló por teléfono con su homólogo ruso, Yuri Ushakov, inmediatamente después de la fallida rebelión del malogrado jefe del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, de finales de junio para hacerle saber que Washington no tuvo nada que ver con el siniestro.

Sullivan se puso en contacto con Ushakov con el fin de hacer saber a Moscú que aquel efímero conato de sedición de Prigozhin era un asunto interno, en un intento por evitar un deterioro aún mayor de las relaciones, agudizadas ya por la invasión de Ucrania.

Ucrania señala a Rusia

Los servicios de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania han mostrado este jueves su convencimiento de que Rusia está detrás del accidente aéreo. «Solo la propaganda rusa puede suponer la probabilidad de que en este caso pueda producirse algún accidente fortuito. Está claro que se trata de un acto terrorista deliberado», se ha expresado en estos términos su responsable, Andri Yusov, en la televisión ucraniana.

También ha asegurado que los rusos se «comen unos a otros, solo que cocinados de varias maneras, algunos se cuecen a fuego lento, otros se fríen rápidamente, o crudos, o simplemente salados», ha dicho en lo que parece una alusión al pasado de Prigozhin en negocios de restauración, que le ganaron el sobrenombre del cocinero de Putin.

Por ahora, los principales socios de Kiev han preferido guardar cautela en lo que respecta a este nuevo giro de los acontecimientos en el marco de la invasión rusa de Ucrania. Las dudas que suscita un hecho como este se mezclan a la vez con el convencimiento de que nada ocurre en Rusia sin el conocimiento de Putin.