El Senado desafía al Supremo por una jueza clave en los casos de Cristina Kirchner
Internacional
Ana María Figueroa, de 75 años, había fallado a favor de la expresidenta en otras causas
30 Sep 2023. Actualizado a las 05:00 h.
La Cámara Alta argentina aprobó la continuidad en su cargo de una jueza clave en las causas que comprometen a Cristina Fernández de Kirchner. La jueza de la Cámara de Casación Penal cumplió 75 años y había sido cesada en sus funciones por la Corte Suprema de Justicia el 6 de septiembre pasado. En medio de un tira y afloja entre la oposición y el oficialismo, el lugar que ocupaba la jueza abre un conflicto institucional de poderes del Estado.
El 9 de agosto pasado, Ana María Figueroa cumplió 75 años y debía cesar en su cargo, salvo si, como establece el art. 99 de la Constitución, hubiera un acuerdo del Senado para darle continuidad. Pero el oficialismo no logró el cuórum para tratar el pliego en la Cámara Alta hasta el jueves, y hubo muchas presiones de la oposición para que Figueroa abandonara el cargo con el argumento de que su reválida era un objetivo de la vicepresidenta para «garantizar su impunidad». El voto de Figueroa es clave en los expedientes Hotesur-Los Sauces, el Memorándum con Irán y la causa Cuadernos, todas causas que implican a Cristina Fernández de Kirchner. Figueroa ya había fallado a favor de la expresidenta en otras causas y es una convencida de que se trata de una guerra judicial o lawfare.
Rapidez del Supremo
Tras la salida de Figueroa, quien quedaba a cargo de la Cámara es Mariano Borinsky, que ha sido cuestionado en su trayectoria por sus continuos encuentros con Mauricio Macri, mientras este era presidente. Se sabe que estuvo al menos en dos ocasiones en la Casa Rosada y en quince en la residencia presidencial.
Lo de la Corte Suprema también causó sorpresa por la celeridad de su decisión y porque su rápida intervención responde a una petición de otros jueces de la Cámara de Casación que informaron al alto tribunal de la fecha de cumpleaños de la jueza. Esta no es la primera vez que el Senado tarda en tomar una decisión de este tipo, por lo menos dos jueces y una jueza siguieron en sus cargos entre tres y seis meses hasta obtener la renovación. Como sea, lo que está claro es que unos y otros se juegan intereses propios en esta disputa de poder, y que habrá que esperar para ver cómo se resuelve esta situación.