Israel amenaza con mantener el cerco sobre la Franja hasta que Hamás libere a los rehenes
Internacional
Blinken garantiza el apoyo a Netanyahu e intenta evitar la escalada regional del conflicto
12 Oct 2023. Actualizado a las 22:47 h.
Israel y Hamás entraron ayer en un tira y afloja difícil de resolver: Israel se negó a aliviar el bloqueo sobre la Franja de Gaza hasta que los rehenes sean liberados, pero los islamistas no están dispuestos a ceder. Esos 130 rehenes son lo único que mantiene a raya a los 300.000 reservistas judíos que esperan en la frontera. Hamás sabe que, si suelta a los cautivos, Israel entrará con todo.
El tiempo se acaba en la Franja. Lleva 36 horas en la oscuridad, completamente aislada, sin combustible, electricidad, comida ni agua, y los hospitales corren riesgo de convertirse en morgues. Sin embargo, ante los ataques constantes de Israel, Hamás rechazó una propuesta de Egipto para instalar un corredor humanitario porque eso facilitaría la huida del pueblo palestino, y los islamistas no quieren que el enclave se vacíe. Los gazatíes que aún siguen con vida corren de un lado a otro, en una búsqueda desesperada de refugio, entre los destrozos y los cráteres de 4.000 toneladas de bombas.
Con más de 1.400 muertos del lado palestino y 1.300 del israelí, las fuerzas hebreas apuntaban ayer a Nukba, una serie de unidades de Hamás selectas y especialmente entrenadas sobre las que recayó el grueso de la masacre del sábado. «Estamos centrados en identificar a esa gente, entender sus redes y localizar sus infraestructuras. Vamos a acabar con cada uno de ellos. Pagarán con su vida», señaló Richard Hecht, portavoz militar.
Mientras tanto, continúa el temor a un contagio de las hostilidades tras dos ataques israelíes contra los aeropuertos de Damasco y Alepo, en Siria. Los analistas creen que podrían ser un toque de atención por las recientes hostilidades de las milicias libanesas de Hezbolá, aliadas del Gobierno del país.
La «culpa» de Netanyahu
Cuatro de cada cinco israelíes consideran que la administración del primer ministro, Benjamin Netanyahu, es responsable de la masacre de Hamás, según una encuesta del Centro de Diálogo. Un 86 % de la población habla del gran «fracaso» del Ejecutivo.
El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi , declaró que «las Fuerzas Armadas de Israel son responsables de la seguridad del país y sus ciudadanos, y el sábado por la mañana no nos ocupamos de ello». En una rueda de prensa cerca de la frontera con la Franja, aseguró que «se investigarán los fallos en la cadena militar».
«Estados Unidos está haciendo todo lo posible para asegurar la liberación de los rehenes israelíes», dijo el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken. Viajó a Israel para reunirse con Netanyahu y el presidente del país, Isaac Herzog. «Percibo una intensa determinación en Israel de ganar. Estados Unidos está aquí como aliado, para garantizar que así sea. Estamos juntos y caminaremos unidos, es lo que nos pide nuestro pueblo», prometió.
Durante sus intervenciones, Blinken recordó sus raíces judías —su padrastro sobrevivió al holocausto nazi— y explicó que entendía a nivel personal los «ecos desgarradores» que trae la masacre de Hamás para los hebreos.
La indirecta de Blinken
El secretario añadió que, aunque Israel tiene derecho a defenderse, «es importante cómo lo hace». Se refería, sin mencionarlos directamente, a los ataques aéreos que están matando a civiles en la Franja.
Herzog agradeció la «inmensa amistad y claridad moral» de Joe Biden, probada y sellada por la visita de Blinken. Una visita que, por otro lado, no será la única: a ella se sumará la del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, cuya llegada a Israel está prevista para hoy.
Una condena más directa a los «asesinatos de civiles de ambos lados» fue la del presidente palestino, Mahmud Abás, en unas declaraciones tras su encuentro con el rey de Jordania, Abdalá II. Ambos se reunirán hoy con Blinken, que ha hecho huecos en su agenda para visitar también a los líderes de Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Catar, en un intento de frenar una posible escalada regional.
Y a ese intento se ha unido el primer ministro británico, Rishi Sunak, que ha decidido desplegar dos barcos de la Royal Navy, helicópteros y aviones de vigilancia en el Mediterráneo oriental.