La Voz de Galicia

Israel impide el paso de ayuda humanitaria en Rafah y se centra en el rescate de rehenes

Internacional

Pablo Medina Madrid / La Voz

Irán eleva el tono y asegura que su Eje de Resistencia está «con el dedo en el gatillo»

16 Oct 2023. Actualizado a las 23:50 h.

La situación para los gazatíes desplazados del norte de la Franja se agravó este lunes después de que Israel y Hamás rechazaran una tregua para permitir la apertura del paso de Rafah a fin de que la ayuda humanitaria que espera en el Sinaí pudiera entrar y, de paso, se pudieran evacuar a los ciudadanos internacionales que permanecen atrapados en la zona.

Por la mañana, se amagó con un intento de apertura, tal como había garantizado el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, tras reunirse en Egipto con el presidente Al Sisi. Sin embargo, la oficina del primer ministro, de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró que «no hay un alto el fuego ni entrada de ayuda humanitaria en Gaza». Ello desató la desesperación de los egipcios y su ministro de Exteriores, Sameh Shukri, argumentó que «la situación actual no puede seguir así, las prácticas (de Israel) han superado todos los principios de la ley humanitaria internacional».

El propio ministro de Energía israelí, Israel Katz, aseguró que «nuestro compromiso es con las familias de los asesinados y los rehenes, no con los asesinos de Hamás y los que les han ayudado», por lo que las vidas de las 600.000 personas desplazadas al sur de Gaza, según cifras de la ONU, podrían verse amenazadas. «Ni una gota de agua, ni un grano de trigo, ni un litro de combustible han podido entrar en Gaza en los últimos ocho días», dijo Philippe Lazzarini, director de la UNRWA.

Al rescate de rehenes

El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, dijo el pasado viernes que las primeras incursiones israelíes en Gaza, fuera de una invasión que se retrasa ya días para que los aviones puedan operar óptimamente, pretenden «purgar la zona de terroristas y municiones enemigas», así como buscar personas desaparecidas. Y estas van a ser una prioridad para Tel Aviv.

El propio Hagari suministró a sus respectivas familias la identidad de 199 rehenes que Hamás mantiene en Gaza, aunque expuso que el número podría ser mayor y que «no realizaremos ataques que puedan herirles». Otras fuentes consultadas de las FDI aseguran que operan con «minuciosidad para localizar a todos los rehenes posibles» y que «las familias de las personas no identificadas esperan que los encontremos y los llevemos de vuelta a casa». 

Aun así, los bombardeos entre Gaza e Israel continuaron este lunes. En la Franja, el ministerio de Salud palestino elevó a 2.750 los muertos y a más de 9.700 los heridos, mientras que las autoridades de Tel Aviv contaron 1.400 muertos entre sus ciudadanos. Los repetidos ataques entre Hamás y Tel Aviv llevaron a Netanyahu a decir que el Movimiento de Resistencia Islámica «representa una nueva versión del nazismo» y que la región está «plagada de fuerzas oscuras», cuyo «eje del mal» que forman Irán y el partido-milicia chií Hezbolá pretende «hundir Oriente Próximo en un abismo de caos».

Pero el discurso del premier israelí tuvo respuesta. Hasta en dos ocasiones tuvo que interrumpir su discurso ante la Knéset, su Parlamento, por una lluvia de misiles dirigida por Hamás a Jerusalén y Tel Aviv. El ministro de Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdolahian, le alertó de que «la probable propagación de la guerra a otros frentes se acerca a un punto inevitable» y que el Eje de Resistencia que dirigen los persas junto a Hezbolá, Hamás y Yihad Islámica «tiene el dedo en el gatillo listo para disparar».

 Los peligros del futuro combate urbano en Gaza

Los combates urbanos de los conflictos recientes como pueden ser los de Faluya, Mosul o Mariúpol han evidenciado que son los más complicados de manejar, incluso para los ejércitos más pertrechados y experimentados.

El Modern War Institute estadounidense recoge el porqué en ocho puntos, que, resumidos, explican que las ciudades son campos de batalla con millones de «fortalezas» en las que el defensor tiene la ventaja. No solo por la cobertura y el blindaje de sus posiciones, sino porque la tecnología militar también puede ser truncada por cualquier recurso casero con facilidad. «En las luchas contra Estado Islámico en Siria e Irak, los terroristas podían dejar ciegos a satélites de millones de dólares solo por poner plásticos entre los edificios», concreta el documento.

Además, añade que los cánones de la guerra moderna obligan al atacante a tener una cantidad importante de artillería para acometer. Sin embargo, la red de túneles de Hamás es un recurso defensivo que podría alargar su supervivencia.

También destaca el instituto norteamericano la importancia de entender que los combates urbanos son luchas «de maniobra» que buscan evitar los choques totales entre ejércitos para sorprender a los enemigos y establecer «zonas de matanza» para esquivar las coberturas y tener un «campo de tiro controlado» en el que causar el mayor número de bajas posible.

«Puede ser una sangría»

Las fuentes militares israelíes consultadas por este periódico han argumentado que «no quieren dar declaraciones» por lo sensible del contexto en el país, pero otras, españolas veteranas de la guerra de Irak, aseguran que «los combates urbanos son peligrosos porque piensan que, desde cualquier ventana, del centenar que hay, puedes sufrir un ataque», comenta una de ellas.

Otra, con experiencia en las guerras yugoslavas, comenta sobre la invasión de Gaza que «puede ser una sangría», porque «los tanques, la aviación y los dispositivos de rastreo y geolocalización van a estar muy limitados. Hamás juega en casa, y conoce mejor el terreno y cómo evadir los ataques».

Ambas fuentes coinciden en que la sobreexposición de los combatientes de Hamás y de las Fuerzas de Defensa de Israel es un riesgo inasumible, por lo que las fuerzas hebreas podrían esperar a barrer de edificios la zona y avanzar poco a poco. «Lo que pasa es que, si utilizan artillería y aviones para arrasar la ciudad, van a tener que aclarar por qué han hecho con Gaza una nueva Mariúpol», cierran.

 


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