La Voz de Galicia

Los conservadores británicos sufren otras dos aplastantes derrotas electorales

Internacional

Lourdes Gómez Londres / Colpisa
El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, a la derecha, arropó el jueves a su candidato, Alistair Strathern, que resultó vencedor, en Bedford.

El laborismo consolida su recuperación bajo el liderazgo de Keith Starmer tras arrasar en los comicios parciales en dos distritos en Inglaterra

20 Oct 2023. Actualizado a las 13:36 h.

El Partido Laborista británico se impuso el jueves con amplias mayorías en dos circunscripciones parlamentarias de fuerte arraigo conservador en la peor noche electoral para la formación del primer ministro, Rishi Sunak, quien acusó sendas derrotas en el meridiano de su periplo diplomático por Oriente Próximo. «Las dos victorias son muy importantes para nosotros… reflejan el hecho de que el Partido Laborista ha cambiado … y la gente quiere cambio después de trece años de fracaso y declive bajo el Gobierno conservador», celebró Keir Starmer, líder de la principal fuerza de centroizquierda del Reino Unido.

El duelo electoral en ambos feudos conservadores fue consecuencia de la dimisión de dos diputados tories, Chris Pincher y Nadine Dorries, en la resaca de escándalos sexuales y el partygate de la pandemia del covid. Los escaños rebotaron el jueves a las bancadas de la oposición con un colosal trasvase de votos desde los conservadores a los laboristas del 23,9 % en el distrito de Mid-Bedforshire y del 20,5 % en Tamford, ambos en Inglaterra.

Es la quinta masiva derrota electoral parcial que sufre el partido de Sunak en los últimos cuatro meses. Desde entonces, los tories solo han retenido el escaño londinense de Uxbridge y South Ruislip, que ocupó el ex primer ministro Boris Johnson hasta su renuncia el pasado junio, en una arrolladora campaña centrada en la extensión al extrarradio de la capital británica de la tasa fiscal sobre vehículos contaminantes.

Baja participación

John Curtice, profesor de la Universidad de Strathclyde y experto en sondeos de opinión, comparó los extraordinarios resultados de este gran jueves electoral -ningún Gobierno había perdido un escaño tan seguro en favor de su más directo rival político en una solitaria pugna parlamentaria- con la evolución del voto en contextos similares en los meses previos a la absoluta victoria del nuevo laborismo de Tony Blair, en 1997. «El Partido Conservador afronta la grave posibilidad de perder las próximas generales por mucha diferencia, quizá más pronunciada incluso que en 1997», dijo a la BBC.

Los conservadores recalcaron la baja participación registrada en ambos comicios ingleses -del 43 % y 36 %, respectivamente- y aceptaron la apatía de sus votantes como un castigo habitual del ciclo electoral para el partido gobernante. «Son resultados frustrantes para nosotros, pero los gobiernos no suelen ganar elecciones parciales», justificó el presidente de la formación tory, Greg Hands.


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