La Justicia brasileña inhabilita por segunda vez al expresidente Bolsonaro

Otro golpe para Jair Bolsonaro en la Justicia. El Tribunal Superior Electoral (TSE) falló el martes inhabilitar por ocho años al expresidente brasileño por haber utilizado la celebración del bicentenario de la independencia del gigante sudamericano —hace catorce meses y cuando todavía estaba en el poder— para promocionar su campaña a la reelección. «Hubo una verdadera fusión entre el acto oficial y el electoral», señaló el juez Alexandre de Moraes, presidente del TSE y miembro también del Supremo, al evaluar el veredicto, fallado con cinco votos a favor y dos en contra.

Uno de los hechos señalados por el tribunal fue la concentración convocada por Bolsonaro en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, cuando tradicionalmente en el día de la independencia se celebra con un desfile militar en el centro de la ciudad.

El exmandatario aseguró aquel 7 de septiembre del 2022 ante sus seguidores, que la izquierda no volvería al poder y que el país estaba envuelto en una «lucha del bien contra el mal».

Bolsonaro ya fue condenado en junio, por el mismo tribunal, e igual número de votos, a ocho años de inhabilitación por incurrir en abuso de poder cuando convocó, en junio del 2022, a decenas de embajadores extranjeros a una reunión en el palacio presidencial en la que sembró dudas sobre el sistema de voto electrónico en Brasil.

Las sentencias no son acumulativas, pero la decisión del TSE es relevante, porque la apelación a las dos condenas deberá hacerse por separado, disminuyendo así las posibilidades de que Bolsonaro pueda volver a presentarse a un cargo público.

El martes también fue condenado a ocho años de inhabilitación, por el mismo caso, el exministro de Defensa Walter Braga Netto. Ese fallo deja tocada a la facción militar del bolsonarismo, porque el exgeneral tenía planeado presentarse, el año próximo, a las elecciones a la Alcaldía de Río de Janeiro. Un ala del Partido Liberal (PL) ya está promoviendo a Flávio Bolsonaro, hijo del exmandatario, como sustituto en esos comicios.

Esta semana se ha cumplido un año de las elecciones que devolvieron al poder a Lula da Silva. «Fue una victoria tan mayúscula que [Bolsonaro] quedó nocaut, un mes recluido en su casa, en pánico, llorando. Hay gente que dice que había dejado de hablar, pero en realidad estaba preparando el golpe para el día en el cual me iban a dar el diploma de presidente electo», ha señalado el líder izquierdista.