Jefes de la CIA y el Mossad deciden en Catar el futuro de la tregua en Gaza
Internacional
Se considera una segunda prórroga, aunque la pausa no durará más de diez días
28 Nov 2023. Actualizado a las 22:01 h.
La prórroga se acaba. Después de pactar el lunes 48 horas más, el miércoles vuelve a ser el último día de tregua humanitaria entre Israel y Hamás y, de nuevo, ambos bandos consideran alargarla. Pero ninguno cede. El epicentro de la tensión se trasladó el martes a Doha (capital de Catar), donde el director de la CIA, William Burns; el del Mossad, David Barnea, y el jefe de la Inteligencia egipcia, Abbas Kamel, se reunieron para decidir el futuro de la Franja.
Debatieron la posibilidad de una segunda prórroga, aunque Netanyahu se niega a extender cualquier alto el fuego más allá de diez días, explican los medios israelíes. Además, según Efe, Barnea insistió en que las nuevas ampliaciones de la pausa —en el caso de que sucedan— deben incluir la entrega de rehenes militares israelíes, no solo civiles, mujeres y niños.
La tregua se agrieta
Mientras la diplomacia miraba hacia Doha, en el norte de la Franja se producía un cruce de acusaciones entre Israel y Hamás. Ambas partes denunciaron que la otra había roto la tregua, después de un incidente en el que varios soldados israelíes resultaron heridos.
«A lo largo de la última hora, tres artefactos explosivos fueron detonados junto a tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel en dos lugares al norte de la Franja de Gaza, violando el marco de la pausa operativa. En uno de los lugares, los terroristas también abrieron fuego contra las tropas, que respondieron con fuego. Varios soldados fueron levemente heridos», informó el Ejército.
Al mismo tiempo, las Brigadas Al Qassam —el brazo armado de Hamás— denunciaron una «clara violación de la tregua» por parte de Israel, durante un episodio de «fricción en el terreno». Aunque aclararon que están «comprometidos con el pacto en tanto el enemigo mantenga su compromiso», y liberaron a doce rehenes más.
En Cisjordania lo único que se prorroga es la tensión. Ahí en ningún momento se ha detenido la ofensiva, y el Ejército de Israel mató el martes a tres palestinos, incluidos dos menores.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, instó al Gobierno israelí a «hacer más» para evitar que los colonos «se aprovechen de la situación» y echen a palestinos de sus hogares en Cisjordania. Lo hizo durante una reunión de titulares de Exteriores de la OTAN, en la que todos los presentes celebraron la extensión de la pausa.
Sin embargo, «seis días no son suficientes», decía la ONU, y reclamaba más ayuda. «Pronto empezará a morir más gente por enfermedades que por bombardeos», añadían desde la OMS. Varios países se volcaban para impedirlo: EE.UU. envió a Egipto tres aviones militares con ayuda humanitaria; una delegación turca está abordando la posible apertura de un hospital de campaña en la Franja; y Francia confirmó la llegada de un buque a Egipto para dar apoyo médico a la población.
El comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, dudó desde Bruselas que Israel esté actuando «con proporción, cuando hay más de 15.000 muertos en 50 días de conflicto». Mientras tanto, en una base militar que recrea Gaza, miles de soldados israelíes entrenan para retomar la ofensiva.
La joven activista Ahed Tamimi, en la lista de presos palestinos que serán liberados
La joven activista palestina Ahed Tamimi, que saltó a la fama por abofetear a un soldado israelí cuando era todavía una niña, figura en la lista de los prisioneros que Israel podría excarcelar a cambio de la liberación de 20 rehenes por parte de Hamás, según medios israelíes.
Su madre, Narimán Tamimi, aseguró que no tiene ninguna confirmación oficial de que vaya a ser liberada, aunque mostró esperanza. «Todos los días suelen publicar una lista entre las cuatro y las siete de la tarde y no sé, pero dicen que van a sacar a todas las mujeres entre hoy y mañana [por ayer y hoy] y Ahed está entre ellas», comentó.
La joven, de 22 años y estudiante de derecho, fue arrestada por Israel acusada de «incitación al terrorismo», pero las autoridades no han presentado una acusación formal contra ella, según su madre. La detuvieron por una publicación desde una cuenta de Instagram que se le atribuye, que llamaba a «masacrar» colonos israelíes, «beber su sangre y comer sus cráneos».
Su madre sostiene, sin embargo, que ella no pudo escribir porque la «cuenta había sido jaqueada hacía tiempo, no la tenía y no podía entrar» e insiste en que fue detenida por ser una «activista de la generación joven en Cisjordania» y por miedo a que movilizara protestas contra la guerra.