Netanyahu prepara en secreto su plan futuro para Gaza después de la guerra

Benjamín Netanyahu prepara «en secreto» el día después al final de una guerra en Gaza en la que su Ejército ha superado la cifra de las cien bajas en combate. El primer ministro israelí, cada día más cuestionado y con el juicio por corrupción contra él de nuevo en marcha, trabaja con un equipo liderado por Tzachi Hanegbi, asesor de seguridad nacional; Ron Dermer, ministro de Asuntos Estratégicos; representantes castrenses, del Mosad y del Shin Bet y el embajador en EE.UU., Mike Herzog, en este plan aún por definir. El Canal 13 de la televisión israelí reveló que este grupo ya se ha reunido en cuatro ocasiones con la idea de garantizar una presencia de seguridad indefinida en Gaza y delimitar una zona para alejar a los gazatíes de la verja de separación.

Netanyahu admitió ayer que existen algunas «diferencias» con la Casa Blanca sobre el futuro de la Franja de Gaza, al tiempo que subrayó que el país «no repetirá los errores» del Acuerdo de Oslo, una clara alusión a la posibilidad de que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) gobierne en el enclave.

La Administración Biden se opone a la reocupación militar de la Franja, tal y como piden los sectores ultranacionalistas, y confía en que el Gobierno del presidente palestino Mahmud Abás asuma un papel importante tras la caída de Hamás. Israel no ve con buenos ojos la opción de la ANP y, según el Canal 13, en estas reuniones se habría puesto sobre la mesa la idea de «incluir la cooperación de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, y la construcción de infraestructura en asociación con ellos para evitar una guerra futura».

Mientras que EE.UU. y el resto de la comunidad internacional apelan a la solución de dos Estados, uno israelí y otro palestino, como salida a la crisis, en Israel no se plantean esta opción. En una intervención ante el Parlamento (la Knéset), Netanyahu declaró que «la diferencia entre Hamás y la Autoridad Nacional Palestina es solo que Hamás quiere destruirnos aquí y ahora, y la Autoridad Palestina quiere hacerlo por etapas».

El goteo de bajas en el Ejército no cesa y se eleva ya a 105 los soldados muertos en la ofensiva terrestre. Trece de ellos murieron por fuego amigo —es decir, por disparos de sus compañeros de armas, algunos al ser confundidos con milicianos— y seis por accidentes de distinta índole, según los últimos datos ofrecidos por las Fuerzas Armadas.

Los rehenes en manos de los islamistas, unos 138 según los cálculos de Israel, han dejado de ser prioritarios y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo un día más que «el aumento de la presión militar empujará a Hamás a proponer más ofertas para acuerdos sobre rehenes y, cuando estas lleguen, las estudiaremos». Hasta ahora la fuerza no ha podido rescatar a ninguno de los cautivos y las 105 liberaciones se dieron gracias a la negociación en la que medió Catar.

Lo que sí ha logrado es recuperar los cadáveres de dos de los secuestrados en una operación en la que murieron dos soldados y varios resultaron heridos. Los cuerpos de Eden Zakaria, una joven de 27 años capturada el pasado en el festival de música Nova, y Ziv Dado, de 36, que era sargento mayor, fueron recuperados en una operación de fuerzas especiales y llevados a Israel, identificados por la Policía y el Instituto de Medicina Forense de Israel.

Siete palestinos, muertos después de una redada israelí en  Cisjordania 

Siete palestinos murieron ayer en Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, en una redada israelí de varias horas que comenzó con un ataque con dron, por lo que la cifra de muertos este año en el territorio se eleva a 490, la más alta desde el 2022 (el pico de violencia de la segunda intifada).

El Ministerio de Sanidad Palestino informó por la mañana de la muerte de cuatro jóvenes en Yenín por el impacto directo del dron en el barrio de Sibat. Apenas unas horas después, por la tarde, confirmó tres muertos más, incluido un menor. Fueron alcanzados por balas israelíes en enfrentamientos en otros puntos de la ciudad, como el campo de refugiados.

«Fuad Imad Abahra, de 36 años, murió después de que la ocupación impidiera a la ambulancia transportarlo al hospital durante media hora después de resultar herido en un muslo. El niño Ahmed Samar, de 13 años, falleció porque la ocupación directamente bloqueó su llegada al hospital», informó un portavoz del ministerio, que horas después anunció la muerte también de Rashad Turkman, de 18 años. 

La amenaza de los hutíes

Por otro lado, los hutíes reclamaron un ataque contra un barco comercial con bandera noruega en el mar Rojo. Afirmaron que lanzaron un misil contra el buque Strinda porque, según el portavoz del grupo, Yahya Sari, «trasladaba petróleo a Israel».

Sánchez agradece al rey de Jordania sus esfuerzos por una solución pacífica 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladó ayer al rey Abdalá II de Jordania su rechazo al «desplazamiento forzoso» de palestinos y agradeció al monarca hachemí los esfuerzos que está realizando para avanzar hacia una solución pacífica al conflicto en la Franja de Gaza. Antes de su paso por la Moncloa, el monarca hachemí fue recibido en el palacio de la Zarzuela por el rey Felipe VI para un almuerzo en el que intercambiaron impresiones sobre la guerra en el enclave palestino.

Abdalá es el promotor del llamado proceso de Aqaba, cuyo objetivo es lograr la paz en Oriente Medio a través de la solución de los dos Estados, una aspiración que también defiende España. Durante su reunión con Sánchez, ambos repasaron la situación en Oriente Medio y en este contexto el presidente, según recoge Europa Press, le transmitió que «el Gobierno de España rechaza el desplazamiento forzoso de la población palestina».

El monarca jordano ha sido una de las voces más claras, al igual que el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, a la hora de advertir a Israel en contra del desplazamiento forzoso de palestinos de la Franja y su eventual expulsión hacia otros países de la región. Precisamente, ayer, el primer ministro palestino, Muhamad Shtayeh, denunció que el Gobierno de Netanyahu intenta hacer de Gaza «un lugar inhabitable» con su ofensiva militar y sus bombardeos y lo enmarcó en su «plan de desplazamiento forzoso». Según los últimos datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), más del 85 % de la población de Gaza está ya desplazada, es decir, casi 1,9 millones de personas.

Asimismo, Sánchez y Abdalá «han ahondado en la urgente necesidad de un alto el fuego humanitario que lleve al cese de las hostilidades y de seguir trabajando hacia un horizonte de estabilidad, basado en la solución de los dos Estados», según tuiteó el propio presidente en X.

Tanto el jefe del Gobierno como el monarca jordano coinciden también «en la importancia de que la ayuda humanitaria llegue a de manera constante y en cantidad suficiente para mitigar el sufrimiento de la población civil». Según informa la Casa Real jordana, Abdalá II también insistió en «el fin de las violaciones contra los palestinos en Cisjordania [la otra región palestina]».