Rodolfo Sancho, sobre el presunto crimen cometido por su hijo Daniel: «Llevo toda la vida preparándome para esto»
Internacional
«Aquí hay dos víctimas, aunque sin duda hay un solo fallecido», defiende el actor, que revela en el documental «El Caso Sancho», de HBO Max, que su reacción cuando supo la noticia fue de «"shock" y estupefacción»
14 Apr 2024. Actualizado a las 12:00 h.
El juicio contra Daniel Sancho, acusado por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, ha comenzado este martes, 9 de abril, en Tailandia, ocho meses después del supuesto crimen. Entre los asistentes al juicio está su padre, el conocido actor Rodolfo Sancho, que precisamente hoy es también protagonista por haber contado su versión en el capítulo 0 del documental El Caso Sancho de HBO Max, serie que contará en profundidad los pormenores de este caso. El episodio, estrenado en la mañana de este martes, dejó de estar disponible temporalmente por un «fallo técnico», según han informado fuentes de la plataforma, aunque ya vuelve a estar a disposición de todos los usuarios.
Desde Fuerteventura, el intérprete ha contado cómo fue el momento en el que se enteró de los trágicos acontecimientos, algunos detalles de su relación con su hijo, al que considera también una víctima, y cómo afronta la delicada situación que vive en estos momentos. «Llevo toda la vida preparándome para esto», defiende como resumen.
El momento de la noticia: «shock» y estupefacción
La noticia de la detención de Daniel Sancho en Tailandia, acusado de asesinar y descuartizar a Edwin Arrieta, se conoció en España el día 5 de agosto. Ese mismo día fue cuando lo supo el propio Rodolfo Sancho. «Me llamó mi hermano Félix, y tardó en decirme lo que estaba pasando», cuenta el actor sobre la conversación telefónica en la que él acabó preguntando: «¿Pero está vivo?». La respuesta fue afirmativa, pero ni su propio hermano era capaz de explicarle lo que había leído en las noticias. Optó por enviarle el enlace de la información que explicaba la truculenta acusación contra su hijo.
La reacción de Rodolfo fue de «shock y estupefacción», de «esa sensación burdamente conocida como "estar en una película"». Nada en el comportamiento anterior de su hijo le podía haber hecho sospechar un episodio ni medianamente cercano a lo que estaba leyendo. «Él no tiene ese currículo de criminal, así que no podía creerme lo que estaban contando, porque no me cuadraba nada», explica sobre su primera respuesta. La de su pareja fue similar. «Los ojos como platos», dice.
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Pero, en ese momento, en sus propias palabras, «empieza el show». Rodolfo se pone en marcha enseguida —«reacciono rápido en situaciones adversas», presume—, y empieza a actuar con la intención de esclarecer los hechos y de ayudar a su hijo. «Llamo a la embajada, donde están al tanto de lo que les ocurre a los españoles en Tailandia», y, para su absoluta sorpresa, consigue contactar por teléfono con su hijo Daniel mucho más rápido de lo que habría pensado. «Al día siguiente ya consigo hablar con él», cuenta sobre la forma de actuar, «absolutamente estrambótica», de las autoridades tailandesas, que le permitían al detenido usar su móvil con cierta libertad.
Su hijo en Tailandia
Fue una conversación corta la primera que tuvo con su hijo, «pero no hacía falta más», indica. En ella, Daniel, todavía «en estado de shock», tuvo la oportunidad de contarle su versión de los hechos. «Me cuenta que ha tenido una pelea con un tipo del que yo no sabía nada, y que ha acabado de forma trágica», indica Rodolfo Sancho, que ya en ese momento empieza a planear un viaje a Tailandia que no se produciría hasta dos meses después.
Una tardanza incomprensible para muchos, que Rodolfo explica en el documental de HBO Max. «Ir a Tailandia sin las armas con las que luchar no tendría ningún sentido», comenta, «lo que intento primero es formar un equipo potente que me pueda ayudar en el caso, y eso tarda un tiempo». Según él, habría sido contraproducente y poco funcional ir al país asiático a ver a su hijo «poseído por el nervio».
Una vez allí, pudo tranquilizar a su hijo: «Le dije: "Tranquilo, he formado un equipo maravilloso y vamos a poder luchar por eso"». Él también se quedó más tranquilo al ver que las condiciones de Daniel en la prisión no eran tan insalubres como se había imaginado. «Hay hacinamiento, mucha gente, pero que no haya violencia ya me parece muy importante», valora positivamente Rodolfo sobre la prisión de Koh Samui, considerada como una «cárcel amable» en ese sentido. «Duermen en el suelo, en un futón, pero eso es una cosa más cultural», explica.
La relación con Edwin Arrieta
¿Conocía Rodolfo Sancho algo de la relación de su hijo con el cirujano colombiano? «Lo desconocía absolutamente, ni yo ni nadie de su entorno sabía nada», cuenta el padre del acusado, aunque le resta importancia a que su hijo no se lo hubiera contado, justificándolo por la edad y la falta de madurez. «Es algo personal de un chico de 30 años», argumenta, «¿quién no tiene una relación tóxica y equivocada?»
Aunque desconoce por qué había ido Edwin Arrieta a la isla tailandesa, y teoriza de que podría ser para abrir un negocio juntos, sí considera que pudo haber algún tema de dinero. «Hasta creo que tenían una tarjeta conjunta o algo así», explica. Destaca también que su hijo no tenía problemas de fondos, aunque la ambición puede haberle hecho querer conseguir más. «Y Daniel tiene una edad influenciable», valora, «cuando estás intentando que tus ilusiones o deseos cuajen y eres una presa más fácil».
«Dos víctimas», un crimen y el descuartizamiento
«Tengo la percepción de que hay dos víctimas, aunque sin duda hay un solo fallecido», habla sobre los terribles hechos. «Siento la pérdida de ese ser humano, lógicamente», comenta Rodolfo Sancho, que siempre se solidarizó con los sentimientos de la familia, a la que escribió una carta pocos días después de conocer la noticia para decirle que sentía mucho su pérdida.
Pero, aún así, Rodolfo Sancho defiende que la muerte de Edwin Arrieta fue accidental, como consecuencia de una fuerte discusión y de la situación límite que vivía su hijo, esa jaula de cristal en la que denunció vivir como rehén del cirujano. «Este tipo le había amenazado a él de muerte y de hacer daño a su familia», argumenta, «se defendió de las amenazas y de un intento de agresión sexual». La pelea, según la versión de su hijo, acabó con la muerte fortuita del colombiano sin que él la hubiera planeado con antelación.
El intérprete de El Ministerio del Tiempo reconoce que lo más sujeto a un juicio moral de todo lo que hizo su hijo fue el descuartizamiento posterior del cuerpo sin vida. «Es lo que suena más escabroso, claro», dice, aunque argumenta que todo tuvo que ver con el estado de Daniel en ese momento, «el miedo, el pánico, el estado de disociación», que, ante situaciones extremas, lleva a hacer lo impensable. «En ese momento de pánico, la razón deja de funcionar, y quieres que esto no haya pasado», defiende basándose en las explicaciones que les dieron varios psicólogos, «él lo único que sabía en ese momento era en que había un tipo muerto y que en Tailandia hay pena de muerte».
La actitud prepotente de Rodolfo Sancho con la prensa
Rodolfo Sancho también se ha enfrentado en el documental de HBO Max a las críticas que tuvo por su actitud, tildada de soberbia, en varias declaraciones a los medios de comunicación por las que acabó pidiendo perdón. Concretamente, al momento en el que él les dijo a los periodistas que nunca lo iban a ver llorar y a que se negaba a ver lo que había pasado como una tragedia, sino que para él era un reto.
«No le doy la menor importancia», les responde el actor a sus críticos, al considerar que lo más privado que tiene cada persona son sus emociones, y que solo las comparte con las personas con las que él quiere. Reconoce, en todo caso, que en ese momento estaba bloqueando emociones, y que sí ha sufrido, ha estado triste y que «la situación no es la mejor del mundo». «Pero las hay mucho peores», añade.
Para el actor de La señora, todo esto que ha pasado, y todo en la vida, es un aprendizaje. Y su filosofía de vida pasa por no dejar que los sentimientos lo controlen. «Mi energía tenía que ir a ayudar a mi hijo», defiende, «el objetivo estaba claro desde un principio: soy un padre luchando por su hijo».
Cuestionado como padre
Rodolfo Sancho reconoce que fue un padre muy joven y que, cuando tuvieron a su hijo Daniel, no tenía la madurez que tiene ahora. Pero niega tener responsabilidad en los actos de los que se acusan a su hijo. «No me siento cuestionado, porque la vida es incontrolable», responde ante la dura acusación de la posible influencia de la educación en el crimen, «¿por qué me voy a culpar de algo así? Las cárceles del mundo están llenas de personas con hijos».
El actor se resiste a victimizarse, y considera importante, en estas ocasiones, relativizar: «No soy de los que piensa: "¿por qué a mí?" Me centro en luchar».
La relación de Rodolfo con su hijo Daniel, según explica el actor, era buena. «Teníamos una relación muy cercana, muy divertida», cuenta, «y de hecho estuvimos aquí juntos en Fuerteventura justo quince días antes de que pasase todo». Solo habían tenido los típicos problemas propios de la edad, como la vanidad. «La humildad es algo que se aprende con la edad y con las hostias», reconoce el actor.
Además, Rodolfo Sancho afirma que, en buena medida, le debe a su hijo su exitosa carrera como actor. «Tuve a Daniel con 19 años, y tuve que madurar muy rápido», comenta, «empecé a trabajar muy joven aupado por tener un hijo muy joven; parte de mi carrera se la debo a él, fue mi impulso».
A la espera de la sentencia
«Llevo toda la vida preparándome para esto», afirma con rotundidad un Rodolfo Sancho que no deja de ver en ningún momento a la vida como un campo de pruebas, como una lucha en la que cada uno ha de desplegar todas sus armas y en la que cada escollo en el camino forma parte de un simple aprendizaje. «Todo es una lección, venimos a aprender, a que la vida te dé lecciones», alega.
Sobre la sentencia, el actor espera que no sea ni cadena perpetua ni mucho menos pena de muerte. «Tenemos la intención de que lo declaren no culpable», desea el actor, que destaca que su hijo había aceptado el cargo de fallecimiento por accidente, pero no todos los que se le imputan en su contra.
Pero, en todo caso, el intérprete no quiere adelantar acontecimientos. «El pensamiento a futuro siempre se reduce al deseo o al miedo», medita Rodolfo, «pero la realidad llegará, las cosas llegarán, y cuando lleguen, es cuando nos haremos cargo de ellas».
La hermana de Edwin Arrieta defiende la cadena perpetua
HBO Max ha anunciado otro capítulo del documental El Caso Sancho, centrado en esta ocasión en la versión de la familia y amigos de la víctima mortal. En él, según se aprecia en el avance, la hermana de Edwin Arrieta pide la pena máxima para Daniel Sancho, «pero no que lo maten», puntualiza.
«Queremos la cadena perpetua, para que tenga todo el tiempo de su vida para pensar en lo que hizo», reclama con contundencia.