La Voz de Galicia

Netanyahu pierde el apoyo de su gran rival, Gantz, que pide elecciones

Internacional

Redacción La Voz, Agencias
Unos hombres descansan sobre las ruinas tras la destrucción causada por Israel en Nuseirat

El centrista abandona el gabinete de guerra por la falta de un plan para la paz

10 Jun 2024. Actualizado a las 09:56 h.

El líder del partido israelí Unidad Nacional, Benny Gantz, anunció este domingo que abandona el gabinete de guerra del Gobierno que lidera el primer ministro Benjamin Netanyahu ante lo que considera una falta de estrategia clara para poner fin a la ofensiva militar en la Franja de Gaza.

Gantz señaló a Netanyahu por «impedirnos lograr una auténtica victoria». Además, recordó que se sumó a la coalición tras los ataques de Hamás del 7 de octubre, por el bien del país a pesar de que «sabíamos que era un mal Gobierno». Desde entonces, ha sido testigo de cómo consideraciones estratégicas suyas han sido descartadas «por motivos políticos».

El pueblo israelí se merece más que «promesas vacías» y ha defendido que la «victoria de verdad» significa la vuelta de los rehenes, la sustitución de Hamás en el Gobierno de Gaza y la creación de una alianza regional contra Irán. «Lamentablemente, Netanyahu nos impide alcanzar una verdadera victoria», remachó.

Por todo ello reclamó la convocatoria de elecciones anticipadas para otoño en una fecha consensuada y expresó su respaldo a la propuesta de acuerdo para la liberación de los rehenes planteada por el presidente estadounidense, Joe Biden, y que fue rechazada tanto por Hamás como por Netanyahu. Gantz pidió también la creación de una comisión de investigación para «examinar los fallos internos y protegerse de ataques críticos del exterior».

Con su dimisión, Gantz cumple con la amenaza que planteó en forma de ultimátum a Netanyahu para que propusiera un final para la guerra.

Minutos después de que el centrista Gantz anunciase su esperada marcha, Netanyahu se lo reprochó. Dijo que es «el momento de unir fuerzas» y no de abandonar, pese a las desavenencias sobre la gestión de la guerra en Gaza. «Israel está en una guerra existencial en varios frentes. Benny [Gantz], este no es el momento de abandonar la campaña, este es el momento de unir fuerzas», aseguró Netanyahu en la red social X.

Poco después, anunciaron también su dimisión conjunta en una carta dirigida a Netanyahu tanto Gadi Eisenkot, ministro sin cartera, como Chili Tropper, otro miembro del mismo partido, Unidad Nacional.

El ministro de Seguridad Nacional, el colono y antiárabe Itamar Ben Gvir, aprovechó la situación para reclamar un puesto en el gabinete de guerra, hasta ahora compuesto por Gantz, Netanyahu y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, como miembros con derecho a voto. 

Renuncia otro general

Por su parte, el general de brigada Avi Rosenfeld, tras 30 años de servicio en el Ejército israelí, anunció este domingo que dimitirá como comandante de la División de Gaza tras no haber podido «proteger las vidas» de quienes vivían cerca de la frontera con la Franja y fueron masacrados el pasado 7 de octubre.

Se trata de la segunda renuncia inminente de relevancia, después de que, el pasado 22 de abril, el jefe de la Dirección de Inteligencia de Israel, Aharon Haliva, solicitase poner fin a su cargo. 

Balance en la Franja

Veinticuatro horas después de la operación de rescate en Nuseirat, que acabó con cuatro rehenes liberados y al menos 274 palestinos muertos, Hamás publicó un videomensaje en redes sociales en el que acusó a los israelíes de matar a otros tres cautivos que estaban en los mismos edificios que los rehenes liberados, uno de ellos con nacionalidad estadounidense. El grupo islamista, que recurre a este tipo de imágenes para aumentar la presión sobre el enemigo en su particular guerra psicológica, no reveló las identidades y desde Israel no hubo reacción oficial alguna. De confirmarse la noticia no sería la primera vez que el ejército mata a cautivos, ya que en diciembre causaron la muerte a cuatro. Tres de ellos, que habían logrado escapar de sus captores en Shejaiya, fueron abatidos en un espacio abierto cuando caminaban con una bandera blanca en dirección a sus tropas. El cuarto murió en una fallida operación de rescate.

Pasado el furor inicial por la noticia de la liberación, analistas israelíes como Nahum Barnea, del popular periódico Yediot Ajronot, señalaron que la operación «no resuelve ni uno solo de los problemas que Israel ha estado afrontando desde el 7 de octubre. No resuelve el problema en el norte; no resuelve el problema en Gaza, y no resuelve la gran cantidad de otros problemas que amenazan a Israel en el ámbito internacional». Es una incógnita saber el impacto de la masacre en Nuseirat en el proceso negociador, pero parece claro que Hamás endurecerá las condiciones de vida de las decenas de rehenes. Ellos se han convertido en la carta más importante que tienen para intentar presionar a Netanyahu, aunque hasta el momento el primer ministro se mantiene firme en el uso máximo de la fuerza, sin dar una oportunidad a la negociación.


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