Ucrania se felicita por la cumbre de paz en Suiza pese a la falta de unanimidad
Internacional
Doce países se abstienen de firmar el documento final de la conferencia
16 Jun 2024. Actualizado a las 20:23 h.
La llamada Conferencia por la Paz de Ucrania, la primera bajo este nombre desde el inicio de la invasión rusa, terminó con una proclamación acorde a la línea de su presidente, Volodímir Zelenski, pero con ausencias más que sonoras entre los firmantes. Doce de los 90 países asistentes a la cumbre de Suiza no suscribieron el documento final, en el que se reclaman garantías de seguridad en las instalaciones nucleares y de tránsito marítimo, entre otras cosas para la exportación de cereal.
En el aspecto humanitario, se apremia asimismo a un intercambio «completo» de los prisioneros de guerra, así como al retorno de los miles de niños deportados por Rusia y procedentes de los territorios ocupados del sur y el este del país invadido. Estados Unidos, el gran aliado occidental de Kiev, estima que 400 menores han sido dados en adopción a familias rusas. En total, el número de niños expatriados se calcula en unos 20.000, incluidos los que abandonaron Ucrania por la guerra junto a sus familias. La reclamación sobre los menores deportados es probablemente la que más adhesiones cosecha.
Lo mismo ocurre con otras cuestiones humanitarias, como los canjes de prisioneros, que en realidad han ido teniendo lugar desde pocos meses después del inicio de la invasión a gran escala, en febrero del 2022. Menos cohesión global rodea la reclamación de Zelenski acerca del respeto a la integridad territorial.
La cumbre de Suiza no contó con representantes ni de Rusia ni de su aliado oficioso que es China. Acudieron a la reunión líderes o altos representantes de 90 países, como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y más una decena de organizaciones. Pero en la declaración final faltaron las firmas de las delegaciones con cierto grado de «cercanía» hacia Moscú. Entre ellos, Brasil, la India y Sudáfrica, así como México, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes.
Zelenski fue preguntado una y otra vez por esos disensos en la conferencia de prensa final. Admitió las «diferencias de parecer», pero destacó como un gran logro la altísima presencia lograda para la reunión. «El hecho de que haya tenido lugar es ya un éxito», afirmó. Acusó a Vladimir Putin de haber tratado de minarla la víspera de su inicio, el sábado, con su discurso televisado en que exigía a Kiev la rendición y retirada de sus tropas del sur y este ucranianos. «No puede haber una paz justa sin integridad territorial», insistió.
Exhibir cohesión
Poco antes de su rueda de prensa, el líder ucraniano había presentado la declaración final arropado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; la de Suiza, Viola Amherd; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; el chileno Gabriel Boric y el ganés Nana Akufo-Addo. El propósito era exhibir cohesión global en la búsqueda de la paz. Pero no hubo un turno de preguntas donde interrogar a esos mandatarios sobre las disidencias. El denominador común en esa comparecencia conjunta fue insistir en que la cumbre suiza era «un primer paso» en la búsqueda de la paz. Von der Leyen habló de «inicio de un viaje». En la mayoría de las intervenciones hubo condenas al Kremlin, lo que derribaba de facto el principio de neutralidad. También fue común y reiterado el propósito de integrar a Rusia en una futura reunión, a concretar. Al margen de las acusaciones lanzadas por Zelenski hacia el «país agresor», era opinión coincidente que no puede prescindirse de Moscú.
Pedro Sánchez: «Debemos lanzar un mensaje claro de que hay principios que no son negociables»
Pedro Sánchez participó en la cumbre de Suiza con una intervención en la que defendió lanzar «un mensaje claro» a Rusia de que existen principios no negociables. Entre ellos, aseguró, el respeto a la soberanía de un país o que se pueda validar su agresión. Además, el presidente del Gobierno participó en una mesa de debate sobre la seguridad alimentaria, en la que reiteró la ayuda que España ha destinado para paliar la crisis en ese ámbito.