La Voz de Galicia

Las lágrimas de la enfermera gallega Ruth Conde en el Congreso: «He sentido Gaza y sé a qué huele el dolor y la muerte»

Internacional

G.V. Redacción / La Voz
Ruth Conde, durante un momento de su discurso en el Congreso

Tras doce años en Médicos sin Fronteras, la sanitaria de Teo asegura que jamás ha visto ni sentido «un dolor de esa magnitud» durante una misión. Los diputados presentes durante su emotivo discurso la interrumpieron con aplausos en varias ocasiones

19 Jun 2024. Actualizado a las 00:05 h.

Ruth Conde (Teo, 1981) es una experimentadísima sanitaria en zonas de conflicto. Hace solo unos meses trasladaba en este reportaje de La Voz de Galicia sus vivencias durante cuatro semanas y media en los territorios palestinos ocupados. Para ella, una misión de la que necesitaba recuperarse física y mentalmente. Doce años en Médicos sin Fronteras no le hacen inmune al dolor, que hacía que la sanitaria terminase llorando en una comparecencia en el Centro Internacional de Prensa de Santiago. «Tengo mucha experiencia en zonas de guerra y nunca he visto una situación así», explicaba.

La sanitaria gallega volvía a convertirse este lunes en protagonista tras narrar con crudeza y honestidad en el Congreso de los Diputados la extrema situación sanitaria que se vive en Gaza. «Nunca había vivido algo como lo que está ocurriendo ahora mismo allí», explicaba tras sus experiencias en Níger, República Centroafricana, Yemen, India, Venezuela, Colombia, Guinea Bisáu, Mozambique y Ucrania.

«Lo que nos encontramos el personal humanitario es indescriptible», decía sobre inicio del asedio de Israel el pasado 7 de octubre. Ruth Conde expresaba con palabras las carencias sanitarias en un territorio en el que los facultativos abrían centros sanitarios que al día siguiente eran directamente destruidos. «Hemos trabajado sin el material sanitario, sin suministros médicos, sin electricidad, sin combustible, sin agua, sin un espacio físico en el que dar asistencia a nuestros pacientes porque estos espacios han sido ocupados o colapsados por familias enteras que buscan un lugar seguro», relataba. 

Conde añadía que aún a día de hoy no existen lugares seguros en Gaza, un mensaje que llevan repitiendo ocho meses. «Nos hemos enfrentado al miedo. Por primera vez he sentido que no hay ningún derecho o ley que me proteja. Ni a mí, ni a mis compañeros, ni a lo más importante: a nuestros pacientes», decía ante la mirada atenta de los diputados allí presentes.

La enfermera gallega remarcaba la colaboración entre organizaciones en la zona en conflicto para «estar al lado de aquellos que sufren». «Seguiremos estando presentes en los hospitales que quedan; seguiremos abriendo centros de salud y maternidades para que la vida pueda seguir llegando a Gaza», explicaba remarcando que no sabe de «política internacional, pero sí sé hacer mi trabajo».

«He vivido y he sentido Gaza. Sé a qué huele el dolor y la muerte. Sé a qué huelen los hospitales en Gaza. Sé cómo suena perder a quien quieres. Sé lo que significa el sufrimiento», decía la gallega ya entre lágrimas, mientras los parlamentarios rompían a aplaudir. «Sé lo que implica el sufrimiento de nuestros pacientes -continuaba- y sé lo duro que es para mis compañeros gazatíes tener que elegir a quién atender, a quién salvar o a quién aliviar. Nadie debería tener que pasar por ello», decía muy emocionada.

Esta profesional sanitaria remarcaba el esfuerzo que están haciendo en Gaza los profesionales que intentan salvar vidas cada día. «Sé lo que es mirar a un paciente sin poder ofrecerle nada. Porque no tienes nada que ofrecer, más que apretarle la mano y darle consuelo», volvía a relatar llorando. «Nunca había sentido un dolor de esta magnitud al mirar a nuestros pacientes a la cara».


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