Investigan a Le Pen por la financiación ilegal de su campaña presidencial del 2022

La Agrupación Nacional (RN) se enfrenta a una semana complicada. El partido de Jordan Bardella es objeto de una investigación judicial en relación con las elecciones presidenciales del 2022. La Justicia abrió una investigación ante las sospechas de financiación ilegal de la campaña a las presidenciales de Marine Le Pen por el préstamo de una persona jurídica a un candidato en campaña electoral, apropiación indebida de bienes por parte de personas que ejercen un cargo público, fraude y falsificación, entre otros cargos.

La investigación es consecuencia del informe de la Comisión Nacional de Cuentas de Campaña, que vela para que los partidos políticos no superen el límite de gastos. Si no detecta ningún problema, el Estado procede a pagar una parte de los gastos, pero si descubre alguna anomalía, la Comisión tiene capacidad para reducir el reembolso estatal de los gastos y puede remitir el asunto a los tribunales.

RN comenzó a hacer un examen de conciencia sobre los malos resultados del domingo. Bardella entonó su mea culpa el lunes y reconoció los errores cometidos: «Yo asumo mi parte de responsabilidad tanto en la victoria de las europeas como en la derrota» de las legislativas.

La disolución inesperada de la Asamblea Nacional los obligó a encontrar candidatos que, en decenas de casos, resultaron ser conflictivos e incluso preocupantes, «ovejas negras», como los calificó el propio Bardella. Varios fueron señalados por los medios durante la campaña, por sus declaraciones racistas u homófobas, pero solo una se retiró entre las dos vueltas tras hacerse pública una foto suya ataviada con una gorra nazi de la Wehrmacht con una esvástica. Todos estos errores de casting llevaron a la dimisión del director general de Agrupación Nacional, Gilles Pennelle, encargado de reclutar a 577 candidatos fiables para las elecciones legislativas. Mientras tanto, el resto de partidos estudia los distintos escenarios posibles para la creación de una mayoría en el Parlamento.

El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, dijo que está «preparado para asumir la función» de primer ministro. En su partido, piensan que posee el perfil que buscan de alguien «que tranquilice, que tenga experiencia parlamentaria, que ejecute el programa del Nuevo Frente Popular y que sea respetado por las demás fuerzas de la alianza». Faure estuvo sometido a los intentos de hegemonía por parte de La Francia Insumisa en la pasada legislatura, pero ha recuperado su libertad de movimientos al doblar el número de diputados de su partido en estos comicios.

Las negociaciones en el seno del Nuevo Frente Popular continúan porque el primero en proponerse fue del líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, aunque su candidatura ha sido acogida fríamente por el resto de socios.